jueves, diciembre 15, 2005

Recuerdos


APUNTES Diario La Nación Pagina OPINION
Pizarra de nostalgia
Enrique Ramírez Capello

Puente Alto era una ciudad de sosiego. Plaza para romances inaugurales, coloquios de familias tradicionales y vendedores de globos y remolinos. Niños de rostro embadurnado con algodón dulce, coches-victoria con caballos que aún trotaban por callejuelas vecinales. Jóvenes en las esquinas, muchachas con chasquillas al estilo de Claudia Cardinale, primeros estruendos de Los Beatles.
Faltaban sólo meses para el Campeonato Mundial de Fútbol. El tren militar nos llevaba al Cajón del Maipo con pololas almibaradas. Recorrido por trocha angosta entre rocas agresivas y el río Maipo brioso. Besos inocentes, manos asidas a la manera de las películas que veíamos en los cines pueblerinos de platea, balcón y galería.
Hijos de empleados de la Papelera, de la Fábrica de Tejidos, de oficiales del regimiento o de jugueteros locales. Barrios sin multitiendas ni farmacias impersonales. Almaceneros que fiaban y boticarios restauradores. Tertulias nocheriegas en el Rapa Nui o boleros sugerentes en restaurantes nostálgicos. Primeros años del liceo fiscal. Lejos de la asepsia y la velocidad del Metro de hoy o la delincuencia que mancilla y ahuyenta.
Elvis Presley imponía su estilo de rock epiléptico. La Nueva Ola nos hacía bailar y soñábamos con transitar por el mundo imprevisible y embrujante del periodismo. La bohemia era voz convocadora para nuestra inocentilla vida de alumno de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, de la congregación de La Salle. Comulgábamos los primeros viernes de mes y el hermano Domingo fiscalizaba la asistencia dominical con rigor y memoria incomparables. Nos formaban en la fe y en la convicción de la cultura y la autonomía. Crecimos en la Escuela Matte Mesías con trompos que se emborrachaban en el patio extenso, bromas que no desdibujamos y multitud de nombres de profesores y condiscípulos.
Puente Alto en el epílogo de una década de tensiones continentales entre la sonrisilla imperativa de John Kennedy y los ideales aún sin quebranto del barbado Fidel.
Entonces la Promoción ’61 hizo votos de amistad y recreación sin renuncia. Lo escribimos en la pizarra de la nostalgia. Siempre en diálogo. Rearmadores de los días de infancia. Con las trazas de ideales de entonces. Con la conducción del veterinario Miguel Ponce y el retorno del experto nuclear Paulo Ferrúz nos reencontraremos el próximo sábado 28 en las salas de antaño, con sólo dos ausencias definitivas de compañeros de curso.
Felices en la memoria y en el rescate de estudios en la etapa superior en el Instituto Ismael Tocornal. Dignos, libres, persistentes. Por algo se llamaba con un nombre que nunca debió perder: humanidades.
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- Y VERÁS COMO QUIEREN EN CHILE AL AMIGO CUANDO ES FORASTERO -


A TODOS USTEDES:

Siento la necesidad de escribir algunas palabras luego que como grupo hemos pasado una interesante prueba, consistente en recibir una visita del extranjero, que ha viajado única y exclusivamente con el fin de convivir con nosotros por unos días, siendo algo nuevo para nuestra confraternidad de Mattemesinos, Lasallanos y Puentealtinos, bueno considerarla porque podría ser el inicio de una nueva e interesante experiencia que iría en crecimiento, e importante a la vez para los tiempos que vivimos y para los que se aproximan de acuerdo a nuestras edades; digo que podría ser el inicio, porque tal como ya lo hemos conversado entre varios, podría llegar a ser una experiencia recíproca, es decir, practicar el intercambio de visitas de uno a otro lado de la cordillera de Los Andes.

Nuestro amigo lasallano argentino CARLOS ALBERTO LUTZ ha venido a visitarnos en representación de nuestros pares del otro lado de la cordillera. Varios nos preparamos para recibirlo y lo demás lo veríamos en la medida que se presentasen las circunstancias, pero desde un comienzo muy confiados que de esta prueba saldríamos airosos.

En primer lugar valioso fue el oportuno aporte de nuestro integrante ex profesor don Víctor Donoso, quien como de costumbre, sin pensarlo dos veces dijo que ponía a disposición un vehículo con chofer para ir a esperar a Carlos Alberto al aeropuerto, lo que se cumplió a la perfección en el momento de la llegada, el medio día del Jueves 29 de Marzo. Nuestra visita era primera vez que venía a Santiago; muchos años antes estuvo sólo en Antofagasta y Arica. Desde el primer encuentro de inmediato se encontró como en su casa, porque se le esperó con todo el afecto que se merece. En el viaje a Puente Alto y al pasar por San Bernardo fue invitado a servirse exquisitas empanadas.

Ese mismo día en la tarde, aunque en el centro de la capital habían disturbios y toda la gente regresaba temprano a sus hogares, él quiso conocerlo, iniciándose el recorrido a través de nuestro orgullo que es el Metro. Estuvimos en Plaza de Armas y lugares históricos, sin importar para nada de lo que sucedía alrededor nuestro. Se le brindó hogareño alojamiento.

El Viernes en la mañana fue Juan Carlos Newman quien tomó la responsabilidad de llevar a Carlos Alberto a visitar Santiago y qué mejor haberlo llevado a la cumbre del Cerro San Cristóbal, de donde le mostró la Capital. Le llevó a conocer algunos Malls. Enseguida almuerzo en el Club Árabe de Puente Alto. En la tarde reunión con la Comisión Compra para los preparativos de nuestra fiesta del día siguiente en el Melocotón. Esa noche compartimos ampliamente un grupo de varios de los nuestros en el Stefan, primera cuadra de José Luis Coo, en donde pudo degustar de nuestros exquisitos vinos. Ahí estábamos Mario Moreno, Cachito Cabezas, Pato Ulloa, Alfredo Gutiérrez, Hugo Berkoff, se agregó Sergio Salinas y Evaristo. Siendo más de la medianoche nos fuimos a Melocotón a dejar todo lo comprado, regresando a Puente Alto después de la 01 de la madrugada.

Así llegó el día de nuestra fiesta, el Sábado 31 de Marzo, en la mañana todos en El Melocotón en casa de Mario Moreno Zamorano. La fiesta fue realmente inolvidable, con una asistencia de alrededor de unos sesenta integrantes ex alumnos de la Matte. Muchos llegaron por primera vez. Aparte de nuestra visita argentina, también estuvo un mattemesino redicado en Alemania, otro en Canadá, otro en los Estados Unidos, quienes al término de la jornada casi lloraban de emoción y lo demostraban; para qué decir de Carlos Alberto, sólo palabras de admiración debido a que experiencias como estas no se viven en Argentina entre los lasallanos. Siendo la costumbre todos fuimos una sola familia, como si hubiésemos sido compañeros de un mismo Curso. Tuvimos más artistas que nunca y de los buenos, todos de primera calidad, con diversidad de instrumentos y con equipos de amplificación y micrófonos. La alegría desbordaba por todas partes y en todo momento. También Carlos Alberto demostró su arte culinario preparando a su gusto una sabrosa reineta, conviviendo en la cocina en amenas y picarescas conversaciones.

En un momento del almuerzo se hizo un paréntesis, en donde se intercambiaron obsequios recordatorios. Por su parte Carlos Alberto Lutz hizo entrega a nuestra agrupación de una medalla de San Juan Bautista de La Salle que conservaba por más de cincuenta años, adornada con cintas con los colores patrios de Chile y de Argentina, gesto que fue muy aplaudido. Por nuestra parte le fueron entregadas dos hermosas obras de arte realizadas por el joven artista, hijo de Mario, Marcelo Moreno Varela, enmarcadas, en donde sobresalen los escudos De La Salle y las banderas de Chile y de Argentina, siendo una obra para él de manera personal y otra para que la lleve a nuestros hermanos lasallanos argentinos. Una tercera obra realizada por Marcelo, recordando esta inolvidable ocasión, ha quedado presente en la Sede de Melocotón. Todo esto se manifestó en reconocimiento y agradecimientos por palabras de diversos integrantes frente al micrófono.

También hablaron otros mattemesinos venidos desde el extranjero, primero Ricardo Fuentes, quien lleva más de treinta años viviendo en Europa, específicamente en Alemania, a quien lo vimos muy emocionado frente al micrófono, destacando que esto no se ve en ninguna otra parte del mundo, que es algo novedoso, como insólito. Vimos a Ricardo casi llorar de emoción, lo que demostró luego en conversaciones personales.

Entregó sus palabras de agradecimientos y también muy emocionado el mattemesino radicado más de treinta años en Toronto, Canadá, Edgardo Ramos, ex alumno de los Talleres. Igual que Ricardo casi la lloró frente al micrófono, destacando el hecho de encontrarse con tantos compañeros de colegio, diciendo que días atrás estuvo con sus hijos visitando la Escuela Matte, lo que todo esto constituye un gran orgullo para él. Hubo instantes de conversaciones personales con Edgardo en donde demostró la emoción que le embargaba. El jugó por La Salle.

También estuvo presente el ex alumno Jaime Veas, quien reside en los Estados Unidos. Jaime vibra y lo demuestra, entrega alegría por lo que vivimos. En Jaime no dejamos de recordar en todo momento a otros dos de los nuestros que también residen en los Estados Unidos: Los inolvidables y queridos Caupolicán Soto y Eduardo Carrasco, quienes han estado en otras ocasiones presentes en estas reuniones en Melocotón. Caupolicán hizo todo lo posible para viajar y estar aquí en esta ocasión, pero sus múltiples compromisos a última hora se lo impidieron, pero debemos destacar un hecho, del que Caupolicán no le agrada que lo digamos, pero él estuvo muy presente en algo que él mismo nos ha pedido que no lo divulguemos, que algunos pocos sólo lo sabemos; sí, Caupolicán estuvo vibrando a la distancia con nosotros y lo demostró con ese hecho anónimo que algunos guardamos en secreto; desde aquí te decimos querido Caupolicán que te recordamos siempre, igual a ti Eduardo.

Hubo un interesante momento de reflexión espiritual alrededor de la piscina, recordando a nuestros enfermos y también a quienes han partido adelante a la otra vida. La sorpresa fue mayúscula para la visita argentina, debido a que nuestro computín Juan Carlos Newman a través de los misterios del internet, logró recopilar la lista de los lasallanos argentinos fallecidos y fueron nombrados de a dos por diversos integrantes debidamente preparados para el momento. Se elevó una hermosa oración hacia el Altar del cielo por todo lo que se presentó en comunitaria conversación. Este momento luego fue muy comentado por varios, porque nos transportó a aquellos tiempos cuando éramos alumnos de la Matte en donde se nos inculcó la espiritualidad cristiana, siendo uno de los motivos principales del porqué hemos llegado a ser personas de diversos éxitos en la vida. Lindo momento vivido alrededor de la piscina.

Un momento muy especial y sorpresivo para todos fue el presentado por Carlos Silva, quien nos hizo saber acerca del estado interior por el que estaba pasando nuestro miembro Hernán Liberón, el arpista de Los Puntillanos ahí presente, al decir que Hernán varios días que atravesaba por una verdadera depresión a consecuencia que días atrás en la ciudad de Linares, luego de una actuación frente a las autoridades locales, ahí en el mismo lugar, falleció la cantante de Los Puntillanos, doña GLORIA SÁNCHEZ, ( Q.E.P.D.). Expuso Carlos que por su parte Hernán había tomado la decisión de asistir a nuestra fiesta con el fin de lograr superar en parte su dolor y al instante un grupo de los artistas presentes, actuaron rindiendo un emotivo homenaje a nuestro integrante Hernán Liberón. Hay que destacar que Hernán nos ofreció solos de arpas como nunca antes, lo que constituyó admiración y respeto por todos. Hernán, tus compañeros de Colegio estamos junto a tí.

Otro hecho destacado de nuestra fiesta fue la asistencia a visitar a los Ancianitos de la Casa vecina; llevándoles la alegría, la música, los cantos, bailes, entretención. Esto fue más emotivo para las personas que venían de otros países. Carlos Alberto quedó realmente fascinado con esta visita a los Ancianitos; por nuestra parte, cada vez que los visitamos, crecemos más nosotros mismos, no hay dudas.

Es bueno hacer notar, que estas convivencias de Mattemesinos, Lasallanos y Puentealtinos ahí en Melocotón, en casa de Mario Moreno Zamorano, cada vez se han venido superando más y más, lo que es muy bueno y visualizar que en esta línea por supuesto que las próximas deberán ser aún mejores, todo depende de cada uno de nosotros mismos.

En conversaciones con Carlos Alberto Lutz dejó ver que realmente quedó impresionado, muy contento, feliz, diciendo que todo esto lo compartirá con el resto de nuestros hermanos argentinos ahí en Buenos Aires.

Continuando con la atención ofrecida a Carlos Alberto: Al día siguiente, el Domingo en la mañana a pedido de él, se visitó San José de Maipo, en donde tomó fotos como condenado, a paisajes, casas antiguas, edificios, parroquia, a grupos de niñas confeccionando ramos, (era Domingo de Ramos), en el río y hasta las piedras. Es un profesional de la fotografía. Luego fuimos a almorzar a casa de Sergio Márquez, en el Peñón, en donde junto con Yayita su esposa, para sorpresa cocinaron reineta, pero de una manera distinta a la preparada el día anterior por Carlos Alberto. Una convivencia familiar muy entretenida, hasta que llegó Juan Carlos Newman a buscarnos y llevarnos al Pueblito artesanal de Los Domínicos, fuimos con Sergio Márquez; lindo recorrido por ese pintorezco y llamativo lugar en donde conocimos una serie de verdaderas novedades como frutos de los trabajos de nuestros artesanos criollos. Un hermoso lugar que recomendamos sea visitado.

El Lunes Carlos Alberto, fascinado con el Cajón del Maipo, se las emprendió solo y fue así como llegó al Paso de Las Ánimas, en San Alfonso y se sumó a una caravana de escursionistas, que con guía, caminó por los cerros, encontrándose con uruguayos y europeos. Regresó de noche a Puente Alto señalando las experiencias vividas en el día ahí de nuevo en el Cajón.

El Martes, ese espíritu aventurero llevó a Carlos Alberto, ahora solo, de nuevo al Cerro San Cristóbal, pero a conocerlo caminando, tomando fotos; fascinado llegó en la tarde a Puente Alto narrando sus nuevas aventuras.

El Miércoles nos unimos Juan Carlos Newman, Evaristo y nuestro ex profesor don Víctor Donoso y llevamos a Carlos Alberto a conocer diversos lugares de la Quinta Región; salimos temprano de Puente Alto. El primer lugar de llegada fue San Antonio, luego todo Cartagena en donde nos detuvimos un buen tiempo para la toma de fotografías, especialmente a los hermosos oleajes y las pintorescas antiguas casas. Recorrimos el litoral, pasando por El Tabo, San Sebastián, Las Cruces, El Quisco, Algarrobo, hasta llegar a la infaltable Isla Negra a visitar la Casa de nuestro Poeta Pablo Neruda, lugar en donde se tomaron muchas fotos. Lindos recuerdos para Carlos Alberto. LLegada la hora de almorzar elegimos un bonito lugar de Algarrobo.

Las emprendimos hacia Valparaíso, llegado al Puerto con Juan Carlos en el volante lo recorrimos por todos los rincones, tanto en la planicie como en los Cerros; subiendo y bajando por enloquecidas curvas, de un Cerro a otro, observando la bahía, los funiculares, ascensores, calles principales, Congreso, plazas, en fin, lindo y pintoresco Puerto tenemos. Pasamos a Viña del Mar, igual cosa, recorridos por el centro, plazas, casino, jardines. Luego a Reñaca y hasta llegar a Concón; por cada lugar que pasábamos lo recorríamos hasta por los rincones; hasta que se nos hizo tarde y regresamos a Viña del Mar, lugar en donde Carlos Alberto muy entusiasmado optó por quedarse ahí hasta el día siguiente; lo dejamos en un buen lugar de alojamiento y de esta manera nos regresamos a Puente Alto.

Tanto fue el entusiasmo de Carlos Alberto con la Quinta Región, que regresó a Puente Alto recién el Viernes 06 al medio día, comentando todas sus aventuras y recorridos, caminatas, conversaciones con diversas personas, en fin, totalmente fascinado, enamorado de Chile. El Viernes Santo siendo ya la víspera de su despedida de Chile, en la noche nos reunimos varios: Víctor Donoso, Luis Alberto Cabezas, Juan Carlos Newman, Raúl Armijo, Mario Troncoso, Eduardo Chaud y Evaristo Cortez, con el fin de hacerle precisamente su despedida de manera oficial. Compartimos en un hermoso restaurant chino.

Sábado 07 de Abril, a las 13,15 horas Carlos Alberto emprendía el vuelo. Juan Carlos Newman, Víctor Donoso y Evaristo toman la responsabilidad de llevar a nuestro amigo lasallano argentino al aeropuerto. Emotiva despedida a un amigo y hermano, quien se ha llevado toda una inolvidable experiencia de viviencias con el Pueblo Chileno, vivencias con los Mattemesinos, Lasallanos y Puentealtinos, que ahora compartirá con los nuestros del otro lado de la Cordillera de Los Andes.

Podemos decir con satisfacción, que esta nueva experiencia para nosotros la hemos pasado muy bien, nos hemos comportado de una manera correcta, sabiendo que así comienza a nacer una amistad, fraternidad y hermandad con hermanos de otro país y sabiendo que en cualquier momento podemos organizarnos e ir a visitarles a ellos en grupo: Cuán necesario este tipo de gestos entre integrantes de países vecinos, especialmente si compartimos las mismas raíces estudiantiles, como son los ex alumnos de esos Hermanos de sotana negra y corbatín blanco que son los Hermanos De La Salle.

Gracias a Dios por cada uno de nosotros que hemos salido adelante en esta tarea..... Recordemos que con esa misma gracia divina debemos reunirnos el último Sábado del mes de Junio próximo en el Melocotón.

Un abrazo fraterno de Mattemesino, Lasallano y Puentealtino.


Evaristo Cortez Riveros.


Nuestro Profesor
Don Victor Donoso



Mis queridos amigos ex alumnos:

Al aproximarme a los 74 años y a petición de mi amigo Mario Moreno, después de una prolongada convalecencia, les hago llegar un cariñoso saludo y sobre todo, mi agradecimiento sincero por vuestra preocupación y deferencias que me han brindado una vez más.

Al llegar la hora del sosiego y pensar profundo, la primera idea que viene a mi mente es la frase que dice: “la vida es un gusto, porque merece ser vivida”.

Por extraña coincidencia, Mario me ha pedido que les dirija estas palabras, cosa que ya había conversado con Carlos Newman días atrás.

La segunda reflexión o mejor dicho segunda verdad es que: “la vida humana es tan breve que no nos damos cuenta cuando ya somos adultos”.

Si tan solo tomáramos en cuenta esos 2 pensamientos, no seríamos tan egoístas y tendríamos más tolerancia con nuestro prójimo, sean éstos parientes o amigos que conviven con nosotros.

Amigos míos ¿cuánta gente que no los conoce se habrá preguntado qué motivo los lleva a juntarse a revivir los ya lejanos tiempos de estudiantes? Para ellos esa es la interrogante sin respuesta. Para nosotros, los que participamos de estos encuentros, son como la savia que revitaliza al árbol y que lo mantiene siempre vivo.

¿Cuántas veces yo me he preguntado qué me une tanto a ustedes y por qué ustedes me han distinguido de una forma tan especial? La respuesta creo que es una sola: “yo conozco a cada uno de ustedes desde niños primero, después como jóvenes y hoy como hombres.

Cómo no me voy a sentir orgulloso de poder participar de la alegría de verlos a muchos de ustedes como profesionales, padres o abuelos responsables, rememorando el pasado-

Recuerden que estuvimos juntos por varios años.

Por desgracia la obligación de instruir según el “programa” que debíamos cumplir, nos dejaba muy poco tiempo para educar.

Ustedes han tenido un grupo de líderes dotados de cualidades especiales, dispuestos al sacrificio por y para los demás.

Pensaron alguna vez que Milo sería veterinario y hoy profesor; que ese niño tímido que lloraba fácilmente, sería el Presidente del Colegio de Periodistas de Chile; que ese guatón rubio y chico sería ingeniero en Hilos Cadena; que el químico loco (Ferruz), llegaría a ser un físico de las Naciones Unidas.

No puedo olvidar a la madre del Nacho Gutiérrez cuando me lo entregó, asegurándome que no pasaría los 18 años de edad debido a su enfermedad. Cómo voy a olvidar la humildad del Negro Durán cuando llegó al colegio o al Cacho Cabezas, si tiene tantos méritos sabiendo lo difícil que fue su infancia. Al mentiroso de Sandoval que llegaba atrasado por acompañar a su polola y mentía alegando panes del tren granjino.

Cómo no voy a estar orgulloso de ser amigo de Antonio Moreno, que sin llegar a la Universidad logró cimentar una excelente posición en los negocios y hoy nos entrega un valor de vida y testimonio de fe que nos tiene perplejos y expectantes. Y para qué seguir, pues casi todos llegaron a conseguir logros importantes.

Podría alargarme mucho más recalcando la particularidad de tantos más, llámense Arriagada, Miranda, Caupo Soto, los hermanos Moreno (3), Márquez, Roldán, etc. Sí, los recuerdo a todos.

Estoy convencido que el “único” que nunca se desvió de su idea de vida fue Evaristo Cortés. Se fijan que nunca llama la atención, siempre está al último, en suma es el más humilde y perdón, el más valioso.

Quiero brindar un especial recuerdo a los que ya no están: Letelier, Pérez, Martínez y .....
¿Recuerdan los viajes o excursiones de estudios que hacíamos en las vacaciones de invierno y que culminaban en una exposición con dibujos de paisajes, muestras de piedras o relatos de lo vivido en el campo o el cerro? Todo terminaba con el acto cultural del mes que se transmitía al curso (5° primaria) con un parlante fabricado con un tarro duraznero y la orquesta que organizaban los hermanos Moreno (Roberto y Carlos).

Con una mirada podría hoy indicarles su nombre y algún recuerdo de su niñez.

Llegaba el último día de clases y nos costaba separarnos, pues ustedes no querían y yo, disimulaba mi pena.

Podría seguir, pero no quiero cansarlos, solo les voy a confesar que varias de mis ausencias se justifican por la parte emotiva y por mi salud. Esto no significa que ignore vuestras reuniones y cuanto allí sucede.

Esto tal vez explique la simbiosis entre ustedes y yo, y que se siente muy dentro. ¿Comprenden ahora mi ausencia a vuestras reuniones?

Para terminar quiero enviarles un abrazo a cada uno de ustedes, a vuestras esposas e hijos y reiterarles mi eterna gratitud.

¡Pásenlo bien!

Victor Moisés Donoso Rodriguez
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Nuestro Amigo y Compañero Milo Ponce Vergara: Es ya autor de un libro que se entrega al mercado, tal como Milo dijo en su Invitación y ahora ya es un nuevo recuerdo para todos nosotros, textual comenzó avisando Milo.

INVITACION

SANTIAGO URCELAY V., Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile y MIGUEL PONCE V. (M.V.), Director del Centro de Estudios de la Carne, tienen el agrado de invitar a Ud. a la presentación del libro "La Industria de la Carne en Chile, 1955-2005" que se realizará el día miércoles 4 de Enero del 2006 a las 19:00 horas en la Sala Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile, Av. Bernardo O’Higgins 1058.
El libro será presentado por el destacado abogado y ex Ministro de Agricultura (1990-1994) Señor Juan Agustín Figueroa Yávar.
En el diario La Nación se publicó el día 3 de Enero del 2005 una nota de nuestro compañero Enrique Ramirez Capello en relación con este tema que decía:

LA OTRA TENTACIÓN DE LA CARNE
Por Enrique Ramírez Capello.

Miguel Ponce Vergara confiesa el pecado de la carne.
Católico observante, formado por la Congregación de los Hermanos de La Salle, admite que es débil ante esa tentación.
Más aun: se consagra a ella. Sucumbe a su apetito.
Siempre lo cautivó: en su Puente Alto original transitaba por las callejuelas pueblerinas y lo atrapaban sus colores, olores y sabores.
No se vea en ello un ejercicio para conseguir la visa al infierno.
No.
Simplemente en su infancia recorría desde la histórica Fábrica de Tejidos hasta la Escuela Domingo Matte Mesías. Y allí observaba a toscos carniceros que envolvían lomos y filetes en las portadas de populares diarios.
Hoy es director del Centro de Estudios de la Carne, dependiente de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.
Y mañana presentará –a las 19 horas, en la sala Domeyko de la Casa Central de la "U"- su libro "La industria de la carne en Chile. 1955-2005, medio siglo de modernización".
Es la síntesis de su investigación persistente y acuciosa. Conoce todas las etapas. Desde que los mataderos eran de propiedad municipal y el faenamiento de los animales una función pública y social.
Obra exhaustiva y aplicada, con rigor en la documentación y pulcritud en la forma.
El veterinario sintetiza: "Chile se ha transformado en un exportador de carnes. Desde principios del siglo XX la región de Magallanes empezó a exportar carne de cordero. A mediados de los 80 se comenzó a exportar carne de pollo. Durante los 90 se iniciaron las exportaciones de pavo, cerdo y cecinas. A inicios del siglo XXI parte la exportación de vacunos. Este año, entre todas las carnes, se alcanzará a más de 500 millones de dólares".
El autor rastrea la historia, revisa estadística, ensaya propuestas.
Conoce la industria con propiedad, porque le ha consagrado más de tres décadas.
En lo sustantivo, el veterinario destaca los mataderos modernos de la Corporación de Fomento de la Producción y su filial, la Sociedad de Construcciones y Operaciones Agropecuarias entre los 60 y los 70. Rescata el valor del Matadero Lo Valledor, la tecnología del frío y el sistema de envase de carnes y cecinas al vacío y el envase de carne en atmósfera modificada.
Miguel Ponce Vergara cuenta los entretelones de la ley de la carne y los tratados internacionales de libre comercio.
Y la carne no es ajena a la poesía: presentará el libro Juan Agustín Figueroa, presidente de la Fundación Neruda… y ex ministro de Agricultura.
Estuvimos allí acompañando a Milo como de costumbre un grupo de Mattemesinos, vibramos con Milo tal como sus familiares y amigos con su brillante presentación, dejando ver como buen cristiano en su charla simpáticas frases; como " los trabajadores hacen como que trabajan y los empresarios hacen como que le pagan..." esto ante una audiencia de más de 160 personas terminando con un rico Cocktail donde no faltó la carne y nuestro buen amigo Ricardo tuvo una muy buena estrategia para buscar un buen punto de atención a los Mattemesinos, cercana a la puerta de servicio, y así le dimos el bajo a cuanto pastel o petit bouché pasaba por allí, hasta aparecimos con un abridor de botellas de nuestra propiedad y le dimos también el bajo a las botellas cerradas que nadie abría, prontamente todo lo comestible y bebible se hizo cero, eso estuvo muy bien, ahora esperamos que Milo prontamente escriba su segundo libro para doblar nuestro codo nuevamente a su nombre otro poco más, estuvimos allí:
De Derecha Izquierda: Ricardo Acuña, Carlos Pinto, Fernando Martinez, Gladys Cortez, Esposa de Fernando, Milo Ponce (el autor), Sergio Marquéz, y Juan Carlos Newman. Todos celebrando Junto a Milo
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Recuerdos de Pedro.....
Autor: Pedro Cordova Fuentes
Mi pueblo era pequeño; en un principio se llamó el pueblo de las arañas y posteriormente se llamó como ahora, Puente Alto.
De mi primera infancia recuerdo dos calles, la principal Concha y Toro, que unía Puente Alto con Santiago y la otra donde yo vivía, Eyzaguirre que unía el Fundo de Don Juan Estay con el Cementerio de Los Bajos Menas (debería llamarse los Bajos de Pena) por las condiciones que está en la actualidad. En la misma calle y al lado del Cementerio existía el Bar el "Quita Penas" donde terminaban los deudos llorando sus penas hasta que se apagaban las velas, no de cumpleaños, sino de "cumple vida".
La calle Eyzaguirre corría en forma paralela a un canal que se dividía en dos brazos; pasaba a través de la Fábrica de Cartones, donde era utilizado seguramente como fuente de energía. Al frente el cité donde yo viví hasta los cinco años.
Nunca en realidad había pensado, en la importancia de este canal en la vida de Puente Alto; con sus aguas sucias y negras; corría cantando sus penas arrastrando entre sus aguas los desperdicios del pueblo. Cuantas veces con algunos compañeros de juegos con increíbles botes de papel, lanzados a obscuras aguas, en rapidísimas carreras, compitiendo contra el canal, para verlos aparecer en el puente siguiente, después de la fábrica, nuestros débiles e improvisados navíos.
Eran dos puentes, pues el canal se dividía en dos al pasar por entre la fábrica después de realizar su faena en pro de nuestro pueblo.
Un brazo era fuerte y torrentoso, el otro era de menor caudal, lento y cansado; parecía claudicar y querer quedarse tirado en la rivera para terminar de morir; pero el cántico del otro su hermano gemelo, le infundía nuevas fuerzas y tomados de la mano, juntos en una nueva carrera, hasta quizás donde, hasta que la muerte los separe. Y ahora, en el tiempo y con la tranquilidad que nos da la madurez, le doy la verdadera importancia.
Sangre de mi pueblo, vida de los campos; último paraíso para animales sin dueños; lecho de esperanza para los desesperados que buscaron sus brazos fraternos para llevarlos a una vida mejor.
Fuerza incontenible para mover los molinos de agua. Amigo desinteresado en nuestros juegos infantiles. Desafíos peligrosos, en nuestras carreras de niños sobre sus faldas húmedas, esperando el torrente, saliendo de la boca negra y oscura, como un escupitajo, de la fábrica o montando delgados tubos, sobre sus caudalosas aguas; para demostrar nuestro valor. Lo único que conseguí demostrar fue mi "dolor" cuando mi padre me sorprendió cabalgando sobre los mentados tubos. Me salvó la vida y me borró la raja con un cinturón.
Por eso amigos míos, permítame esta comparación cuando nos reunimos después de muchos años, pienso y digo "Ha pasado mucha agua bajo el puente". Somos como aquellos barquitos de papel de hojas cuadriculadas, escritas con manos cariñosas, lanzadas a las aguas, a veces con la dureza de nuestros padres y maestros de La Salle, principios y valores tallados en nuestras almas puras e inquietas, a veces y muchas en nuestra vida adulta difíciles de cumplir, y allí se fueron por las oscuras aguas del destino, y allí nos separamos y nos perdimos en el tiempo y fuimos arrastrados a la vida del trabajo, la lucha por subsistir, algunos no soportaron los golpes del destino y claudicaron, fueron por el camino lento y seguro del otro canal, olvidaron sus principios, fueron borrados sus hojas cuadriculadas se convirtieron en manchas, sin sentidos, en el hombre masa, en un etcétera de la vida, no rompieron la jaula, no quisieron trascender, no dejaron surcos en la tierra, fueron principios escritos en la arena. No quisieron volar como Juan Salvador Gaviota.
Ahora cuarenta o cincuenta años después, estamos al otro lado de la vida, al otro lado del puente; trayecto casi cumplido, magullados, heridos con marcas en nuestro cuerpo, caparazón de nuestro espíritu.
Estamos haciendo un alto en el camino, para restañar nuestras heridas; hemos vuelto a la fuente de la vida, hemos venido a beber el cáliz de la fraternidad, anhelamos retomar juntos el camino, queremos embarcarnos en un solo barco, hecho con la madera y la fuerza de todos, la fuerza de la experiencia y con la convicción de que unidos podemos más.
Nuestro barco del último viaje, nuestro barco ya no es de papel cuadriculado está hecho de piel, curtida por el tiempo; como las manos callosas y firmes de un campesino que hunde el arado y deja huellas en la tierra.
En nuestro barco ondea la bandera de la solidaridad y el compañerismo, allí no hay distinción ni rangos somos uno solo, incluso están aquellos que navegaron el brazo del río más fácil.
El año pasado en el 2004 en una reunión de Ex alumnos para conmemorar los 70 años de nuestro colegio, organizada por algunos esforzados compañeros, que pese a las muchas dificultades lograron sacar adelante una misión que parecía imposible; lograron amasar las diversas historias de todos los tiempos con el agua bendita del Espíritu Lasallano y conseguir el pan único cosido, en el horno cálido de la hermandad.
Gracias a Uds. hermanos y amigos Lasallanos por haberme permitido reencontrarme con mi pasado, gracias por darme ejemplos de consecuencia.
A mis compañeros de promoción, le pido disculpas cuando en algunas ocasiones hablo en particular, de mis experiencias, porque las emociones y sentimientos son particulares y la visión que yo tuve de mi vida en el colegio difiere de cada uno de Uds., aún viviendo una misma experiencia, porque somos seres únicos ante una misma realidad y cada uno debe resolverlo de acuerdo a su propia vida, somos agua de un solo río; que va a desembocar al mismo mar, pero cada uno de nosotros siguió y seguirá su propio cauce.
Permítanme también elucubrar avanzar y detenerme en este recorrido de mi vida; perdonando la redacción que muchas veces son superadas por la emoción y la rapidez con que son expulsados los sentimientos.
Mi colegio, ya no es el mismo, está vestido con ropajes nuevos; pero quedan aún las ancianas salas con sus ventanales pequeños, multiplicados, quedan las antiguas escaleras y en algún lugar añejas puertas remozadas con pinturas de hoy, que ven pasar ahora niños de antaño disfrazados de viejos.
Camino por un corredor de ante, e impulsado por un sentimiento incontrolable, acelero el paso y me encuentro de improviso ante el patio de mi colegio, allí donde transcurrió gran parte de mi vida escolar: La cancha de Fútbol pavimentada de polvo y piedra, donde nos enfrentábamos en pichangas de un número indeterminado de jugadores, algunos futbolistas y otros de dudosa calidad, que no distinguían una pelota de una frágil canilla; aquellos que parecían jugar con un conejo dentro de la pelota y no con ese artefacto no tan redondo en aquella época que guardaba a una señora gorda y negra, con una bocina en la cabeza y que luchaba por salirse de su vestimenta de cuero, impedida por un fuerte corrión de cuero que las apretaba como una faja de abuelita.
Cuantas veces esta pelota especialmente en invierno cuando se engalanaba de barro pintó en nuestras frentes las huellas de sus cordones, como único trofeo de un partido que terminaba con el tañido de la campana, tocada por nuestro larguirucho compañero Fernando Martínez, llamado cariñosamente "Perita Martínez". Muchas veces vapuleado, odiado en otras por interrumpir nuestros juegos, también raptado y amarrado en el fondo de nuestro patio. Se único pecado ser el más grande y tener que aceptar un oficio no deseado. Ahora seguramente estará tocando las campanas en el cielo y no me cabe ninguna duda de así sea, porque estaba entregado a la Pastoral en la Iglesia de Las Mercedes y muchas veces me topé con él en las misas Domingueras nocturnas. Seguramente estarán con él, el Pituto Días, Astudillo o Astuiiiillo y tantos otros compañeros, que llegaron antes a desembarcar del río de la vida.
En medio del tierral del singular partido aparecen más allá, un grupo de niños jugando a las bolitas; la troya, "Achita y Cuarta" con uña y deo mesa "El choclón con sus pares y sus nones.
Las bolitas de cristal, los ojitos de gato – las bolitas de piedras – las bolitas de bronce con un plomo en su interior "El Tirito" (casi perdí el respaldo del catre de mis padres vendiendo tiritos de bronce en forma clandestina). La bolita más bonita para mí y el mejor tirito, la bolita salpicada de heridas, como rostro de adolescente, la bolita de Polca.
Calcetines viejos como improvisadas bolsas. En un momento me vi corriendo con mis zapatos rotos sobre un grupo de niños que jugaban el choclón, con bolitas de cristal, y al pasar, involuntariamente sobre el hoyo hecho a golpes de piedra, se introdujeron en mi zapato roto algunas bolitas de cristal que desde el interior me hacían "ojitos", claro que "ojitos de gato". Aquellos jugadores de redondeces nunca supieron donde desaparecieron sus bolitas, tal vez en el "Triángulo de mis zapatos, de media suela, el resto era de cartón" (Triángulo de Las Bermudas) en este caso triángulo de las chancletudas (chancletas = chinela sin tacón o con él, torcido y gastado).
Me detuvo el ronronear multicolor de unos huasos pequeños de una pata de metal, que bailaban al son de una cuerda y parecían coquetear con una damisela estilizada fina y de madera, en medio de un círculo trazado en la tierra y rodeado de un cerco humano que seguía con entusiasmo la cueca del trompo y la Tagua al son de la "olla porotera" los trompos silbaban en el aire, algunas veces clavando sus púas sobre inertes trompos sin lienza expuestos a los golpes a mansalva de los trompos aún con vida y fuera del círculo.
En una muralla contigua un grupo de niños, como detenidos o presos, eran obligados a golpear una pelota de trapo hecha de medias y trapos de dudosa procedencia y luego si lograban golpearla, salían corriendo al otro extremo de la muralla. Sus guardias en igual cantidad debían golpear con la pelota a los que corrían, si acertaban, eran agregados a la lista de los muertos del bando contrario. Si tomaban la pelota antes que tocara el suelo era "tombo" y se cambiaban de lugar y empezaba de nuevo el juego.
En tiempo de lluvia se veían las murallas estampadas y decoradas con figuras redondas, salpicadas con pinceladas de barro como estrellas que explotaban de inexpertos artistas infantiles, primeras manifestaciones de Arte en nuestro colegio.
Eran los tiempos del emboque, las carreras improvisadas de barcos en el fondo del patio en la acequia del colegio. El Rún Rún de tapas de botellas asesinadas y aplastadas por la locomotora del tren militar, y luego perforadas, atravesadas con pitilla, para girar con alegre y peligroso zumbido, rún, rún, rún (las famosas comisiones de run- rún con algún herido) (estaba también el rún rún pacífico, hecho con un botón pero eso era para juegos de niñitas).
Las carreras de ruedas guiadas con alambre, que corrían más rápido que sus conductores.
El volantín chupete de Primavera y chilenidad, los soldaditos de plomo con las que jugábamos a la guerra; que se transforman en balas para que los adultos "hagamos la guerra".
Los juguetes de carey o baquelita, los autitos de lata multicolores.
La bomba de carburo en los tarros vacíos, la infaltable lámpara de carburo para los paseos del Cajón del Maipo, tan famosa como los huevos duros.
Eran otros tiempos, tiempo de la creatividad y la imaginación era el tiempo de los sentidos. El olor a tierra mojada, a humedad; a leña prendida en cocinas de fierro; al café molido a mano en una máquina del almacén de la esquina; era el olor a pan recién salido, olor a leche de vaca recién ordeñada en establos barrosos de invierno, donde el ganado se vestía de vaporosos vestidos que eran arrastrados por la brisa de la mañana; como los recuerdos que son arrastrados por el tiempo.
Percibir los ruidos de las calles, de las fábricas con sus monótonos sonidos, sus olores de materiales recién elaborados. El canal Eyzaguirre como la sangre del pueblo de Puente Alto, sentir en nuestra piel el aroma de la primavera, arrastrada por el Raco.
En algún momento de mi vida, me percaté que estaba en el colegio tal vez en una ocasión en que la mamá de un compañero de curso, hijo de militar como yo, me regaló un bolsón viejo; para reemplazar unas correas con las cuales me había fabricado un sostén para mis libros y cuadernos. Mi padre se ofendió mucho por ésto y me mandó a devolverlo con mucho pesar mío, pues me había encariñado con el bolsón viejo. Pero esto tuvo su lado bueno; al poco tiempo después llegó mi bolsón nuevo, con un rico olor a pasta de zapatos, café brillante de grandes espacios interiores, con un lugar muy especial para mi "membrillo corcho".
Ese es el año que creo haber ingresado al primer año de la escuela Matte Mesías, allí nos juntamos por primera vez con los compañeros, con cuales iniciamos el camino del aprendizaje y de la vida. Éramos más de ochenta, de diversas condiciones (variado el ganado). Los más encumbrados, los hijos de los papeleros; oficinistas, los otros hijos de militares, obreros, carabineros y también hijos de campesinos (con yullos en los pies, más bien zapatos, Goodyear, más bien ojotas)
Yo usaba zapatos de milico, duros y especiales para las interminables pichangas de colegio. Allí estábamos todos, entusiasmados, atentos, tímidos, pronto a iniciar el camino.
Como greda en las manos del alfarero, para sacar las impurezas de la materia; para amalgamar espíritus, para hacer una linda vasija de barro, para contener todos los principios que los hermanos de La Salle querían depositar en nosotros.
De aquella hermosa época recuerdo mis primeros libros y cuadernos, especialmente aquellos de hermosos colores y dibujos con los olores de la celulosa, amasada en los trompos de la papelera, ahora lo sé porque en alguna oportunidad trabajé de "Peuco" en la fábrica para financiar mis estudios.
Los cuadernos limpios puros inmaculados sin prejuicios como nosotros, sumisos y atentos para embarcarnos en el camino del conocimiento y la formación Lasallanos.
Mi primer profesor, creo que fue Don Amador Donoso, hermano de mi primer profesor de Artes Víctor Donoso.
Don Amador era de carácter enérgico, como su figura exigente, de gesto adusto, nunca lo vi sonreír. Tenía una mano de goma que colgaba inerte de uno sus costados, nunca supe como perdió su mano; pero nunca la necesitó para imponer orden en una sala atiborrada de niños inquietos.
A propósito de atiborrar, según el diccionario "llenar una cosa de borra, apretándola para que quede repleta" y también borra parte más grosera de la lana o el cáñamo, pelusa, vello o cosa análoga que se saca de ciertas cosas, o se forma en algunos lugares faltos de limpieza.
En realidad y filosofando un poco que es mi costumbre, estábamos allí, apretujados como uvas de diferentes viñedos para sacar lo mejor de nosotros y sacar todas nuestras impurezas.
Volviendo a retomar la historia, Don Amador, como todos los profesores que tuve en mi colegio, tenía una gran vocación para enseñar, a pesar de un bajo sueldo siempre estaba bien presentado con su único traje. Amante del deporte, Dirigente del Club Deportivo La Salle, yo diría un gran dirigente deportivo, siempre estuvo ligado al deporte del colegio, llevándose a todos los talentos deportivos a su club.
Recuerdo las primeras clases, en especial una en que un nuevo compañero se integró a nuestro ya saturado curso, era mucho mayor que nosotros tenía ya incipientes bigotes y era transportado en una silla de ruedas. Se transformó de inmediato en nuestro compañero preferido y disputado por todos, para sacarlo a los recreos, para disfrutar manejando por los pasillos del colegio, a veces caminando, y en otras en la mayoría, en locas carreras que terminaban con el conductor y el pasajero en el suelo. Pasaron algunos años y lo vi por las calles de Puente Alto conduciendo una especie de triciclo a motor, parece que se dedicaba al comercio ambulante. Nunca más lo vi.
Aparecen en mi memoria también, la sala de clases, con sus altas murallas, ventanas de pequeños vidrios multiplicados, donde anidaban las arañas tejiendo sus telas, inalcanzables para los encargados del aseo del día, que éramos nosotros. Nuestros pupitres o escritorios eran de a dos, formaban un solo cuerpo: asiento y escritorio sobre una plataforma de listones que hacían de soporte para los pies y también para sacarse el barro de nuestros zapatos en las frías tardes de invierno.
En el centro del pupitre una pequeña cavidad donde se instalaba un tintero de loza blanca opaca y en su interior una especie de anilina con olor asumagado que era reemplazado periódicamente por nuestro profesor.
Sobre el escritorio a ambos lados, una hendidura alargada y hueca donde se ubicaba la infaltable lapicera (de madera e’ palo como diría un huaso de Puntilla) haciendo yunta con la pluma 2R. Había que hacer un gran esfuerzo para escribir, prácticamente era dibujar las letras en nuestros cuadernos de caligrafía, ésta pluma rudimentaria era la antesala de la progresista lapicera fuente Schaenfer, yo tuve una en alguna oportunidad era hermosa y dorada, tuvo mal final, al tener que firmar unas calificaciones rojas de su dueño, por la mano furibunda de mi padre quien la lanzó violentamente al suelo de madera, quedando incrustada en el piso como testimonio de una mala calificación en Matemática, no había sido hecha para sumar, multiplicar, dividir o restar, estaba hecha para escribir poemas de amor; era una pluma distinguida y romántica. La otra era artesa, popular y barata, se alimentaba con anilina podrida y había que presionarla con cuidado para que donara su sangre sin que manchara nuestros impecables cuadernos de caligrafía.
Yo fui un amigo de mi lapicero de palo y me acompañó en mis fantasías escolares, muchas veces me entretuve con las burbujas, que involuntariamente se formaban, imaginándome pequeños mundos, en ínfimas esferas que se vestían de multicolor al ser tocadas por la varita mágica de la luz que se colaban por las raídas y sucias cortinas de mi sala de clases.
Mi sala de clase de mi primer año, tenía olores, olores de humedad, a zapatos cansados de tanto uso, olor a cocina de leña, olor a pobreza, olor a membrillo machucado, olor a lápiz mascado, olor a compañero transpirado.
Tampoco olvidaré las secretas alianzas que había con mis compañeros más débiles para defendernos de los abusadores que también existían en el mundo de los niños, aquellos que nos quitaban el pan y nuestros membrillos machucados sobre muros viejos y gastados. Nuestra alianza se llamaba "El Conejo de la Suerte" y yo haciendo gala ya de algún talento dibujístico, les pintaba sobre sus muñecas la cabeza del conejo de la suerte.
Jugábamos juntos en cada recreo, teníamos reuniones secretas debajo de las escalas y planificábamos futuras acciones contra nuestros enemigos comunes.
El tiempo pasó rápido en mi colegio entre muchas exigencias en jornadas dobles mañana y tarde y tarde, tarde en algunas oportunidades cuando ya estaba en Quinto Básico. Debíamos quedarnos algunos a repasar materias no aprendidas.
Una evocación sentida y cariñosa a mis esforzados maestros que quemaron sus ojos enseñándonos las primeras letras y los primeros números.
Don Lucho Rojas y sus cuentos semanales, siempre y cuando el comportamiento lo ameritara.
Me emocioné hasta las lágrimas al escuchar el cuento de los Apeninos a los Andes del libro Corazón de Edmundo Amicis, que narraba la historia de un niño que cruzaba el Atlántico para buscar a su madre que había viajado a Argentina. Nos mantenía expectantes, atentos y con un nudo en la garganta para escuchar el desenlace de este cuento, interrumpido generalmente por el tañido de la vieja campana de mi querido colegio, indicando que ya era hora de cerrar el libro y volver a la realidad y esperar una semana más para sumergirnos en la magia de los cuentos de Don Lucho.
Como olvidar al señor Montero que sólo su nombre me producía temor, profesor exigente y misterioso, nunca supe que hacía realmente cuando levantaba la tapa de su pupitre y nosotros hacíamos nuestros deberes (tareas) ¿Leía? ¿Dormía? O talvez ¿Veía revistas prohibidas para nosotros los niños? Ahora con el tiempo sé lo que hacía mi profesor Montero, el era bombero y apagaba su sed con jugo de uva.
No puedo dejar de sacar del baúl de mis recuerdos. La figura fornida y encorvada del señor Alex con sus carrasperas de fumador empedernido y sus (coágulos) de Barnabas Collin. Su figura imponente se recortaba sobre el marco de la puerta de la sala de clases. Figura corpulenta, abrigo negro y largo. La amable y siempre tierna mirada, su paciencia eterna para enseñar a cada uno de nosotros las tablas de multiplicar Don Carlos Moreno, Ilustre Maestro, Vocación Innata, del verbo hizo carne, hombre coherente con sus principios.
El dicho "La letra con sangre entra" hecha carne en la mano regordeta y firme del señor Muñoz, con su famosa regla "La Caluga" con la cual golpeaba nuestros glúteos, cuando nuestras mentes no alcanzaban a aprender ni comprender las materias que nos enseñaba.
Felizmente logré escaparme del sufrimiento siendo exonerado del glorioso curso donde según él, estaban sólo los valientes y esforzados, yo era cobarde, pero esforzado.
Su figura me aterraba, sólo en una oportunidad vi en él, un rasgo de humanidad hacia mi persona y fue en un partido oficial del campeonato ínter curso, donde yo jugaba de arquero del equipo contrario. El señor Muñoz siempre había tenido los mejores equipos de Fútbol y no le gustaba perder en nada.
En esa ocasión impedí que su equipo ganara y sólo consiguió un empate a cero gracias a mis osadas y valientes atajadas en que me jugué el pellejo por mi curso que me había adoptado. Demostré que no era un cobarde sino uno malo para las matemáticas.
Después del partido me mandó a felicitar con un alumno de su curso y me envió una caluga (dulce) de regalo (fue una dulce venganza).
Mención aparte merece el hermano José, profesor muy joven y entusiasta, que me recibió en mi nuevo curso, me devolvió la confianza en mi, y que un hombre no era sólo inteligente por saber matemáticas; sino por sus otros talentos para desarrollarse.
Las misas dominicales, los partidos de fútbol, después de clases, su extraña habilidad para esconder la pelota entre su sotana. Sus juegos y luchas con los encargados del aseo, cuatro contra él. Nunca pudimos derrotar al "hermano niño". Personalmente creo que aprendí mucho de él en mi profesión de profesor, el respeto se gana con afecto, y no por el temor.
El hermano Gumersindo, nuestro subdirector, lejano, inalcanzable a nuestra edad.
Nuestro Inspector General del Colegio, con su barriga prominente donde descansaban unidos sus cortos brazos entrelazando sus dedos en movimientos ondulatorios en ambos sentidos, dando la sensación de estar jugando con una bolita, era el hermano Domingo, artista frustrado, copiaba dibujos de las revistas con un instrumento llamado Pantógrafo.
Una vez me dibujó un Llanero Solitario, en un pliego de Cartulina, tuve que pintarlo con mi padre pues era inmenso.
Las revistas de entonces nos abrían una ventanita al mundo de la fantasía. Okay. El Peneca, Simbad el Marino "El Conejo de la Suerte", Lorenzo y Pepita", Porky y sus amigos, El Pato Donald, La Pequeña Lulú, que captaba la psicología de los niños con tanto acierto, con el Club de Tobi, famoso grupo que aún existe en nuestra fauna grupal y tantos otras revistas.
Ya más adelante en mi adolescencia las aventuras de Flash Gordón, las Aventuras del Sargento O’Rayan, en la II Guerra Mundial que luchaba en las Islas ocupadas por los japoneses, Tarzán, Las Aventuras del Oeste con Roy Roger, Opalong Cassidy, etc.
Mi patio de recreo también se vestía de blanco, con figuras de niños almidonados zapatillas de creta, en increíbles volteretas sobre cajones, que a muchos de nosotros nos producían "dolores de guata". Marchas marciales desfiles hermosos de Talleres y Humanidades dirigidos con energía el Señor Oscar Muñoz y otras por el señor Osvaldo Ojeda. Era la Revista de Gimnasia anual, acontecimiento Puentealtino y Matemecino, como diría Milo Ponce.
Como no recordar los grandes partidos entre talleres y humanidades, las competencias ínter escolares donde éramos campeones eternos como mi Colo – Colo.
Como olvidar la mística y el honor de vestir la camiseta del colegio, que ya desde niño veíamos defender con tanta clase por otras generaciones.
Yo creo que nadie podría dejar afuera de estos recuerdos a nuestro amigo El Moro Árbol que nació con el colegio y creció y vio crecer tantas generaciones.
El moro, de frutos blancos y dulces, árbol del fruto prohibido en las misas de amanecida en la iglesia de Las Mercedes. El nunca se gradúo en el colegio, no fue destacado como alumno brillante, pero dio buenos dulces y fríos frutos para los hambrientos madrugadores.
Yo en estos momentos te doy el diploma del mejor compañero y gracias por brindarme tu sombre en los tiempos estivales y por guardar tantos secretos, inconfesables, como las cuentas impagas a Marcelino, como las naranjas robadas en el Locutorio, protegidos por imaginarios perros rabiosos, o las iniciales de algún amor platónico.

Continuará…
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R E C U E R D O S - E S C U E L A M A T T E ( Mario Moreno Zamorano)

La mayoría de nosotros, nació y creció en una época en que había que tener una gran imaginación para poder tener juguetes, no se había inventado el plástico, sólo se contaba la "BAKELITA", la madera, el papel y el cartón.Eran muy pocos lo que tenían una pelota de cuero y la nuestra la hacíamos con las medias de la Mamá o de la Abuelita que eran de "NYLON", que siempre se le iban los puntos, para arreglarlas las llevaban al Zurcidor Japonés. Zurcido Invisible. Cuando ya no tenían arreglo, las botaban, las rellenábamos con trapos y papel y listo a pichanguear, en el Verano no era problema, era una pelota liviana, pero en Invierno se mojaba y pesaba un Kilo, había que ser bien Gallo para pegarle.
Las pelotas de cuero tenían un "CORRIÖN", que era una tira de cuero que cerraba el lugar por donde se metía el "BLAY" y que era bastante peligrosa ya que recibir un pelotazo con el "corrión" generalmente nos dejaba sangrando, había que ser valiente, afortunadamente, esos balones fueron cambiados por la pelota con costuras escondidas.Los Zapatos de Fútbol en ese entonces era "FOOTBALL",todo se decía en inglés, eran caros y tenían estoperoles de suela clavados, que cuando se gastaban, los clavos pasaban a la planta del pié y se terminaba sangrando.
Para poder entretenernos, hacíamos camiones de madera o hacíamos carros de arrastre con maderas de cajones y con rodamientos de camiones o micros, le poníamos un par de ejes, un cordel para usar como manubrio, uno arriba y otros empujando por el medio de la calle, ya que había poca locomoción, a la primera cuadra. se cambiaba el chofer y vuelta durante toda la tarde.Algunos tenían el Monopatín, con dos ruedas y un manubrio, funcionaba con un pié arriba y el otro echándose vuelo.Las ruedas de vehículos servían para empujarlas y seguirlas por la calle o la vereda, hasta cansarnos.La bicicleta, andar por las calles sin pavimento, resbalar y sacarse la cresta, quedar todo pelado era a diario.
Las "VICTORIAS", con sus caballos, eran los taxis más usados en esa época, esperábamos que partiera uno y nos subíamos en la parte de atrás, muchos gritaban al cochero y le decían "Huasca atrás", salimos varios adoloridos por el huascaso en la cara o en el cuerpo, era un juego peligroso, pero era lo que había.El "TRENCITO" de la Papelera La Granja y el que venía de Santiago a Puente Alto, era de trocha angosta, y hacía cambio de Máquina donde está hoy el Supermecado Montserrat antes de llegar a la Plaza de Armas, lo esperábamos con ansias, ya que nos subíamos para cada cambio de carro y nos tirábamos sobrecorriendo, cuantas veces nos caímos y quedamos con las rodillas y la cara rota, o cuando arrancábamos del Inspector, que era el famoso "POPEYE" con una tremenda guata y nariz roja. nunca nos pegó, pero tampoco nunca nos pilló.Colocábamos las tapas de botellas de bebidas en la línea del tren y cuando pasaba las dejaba planitas, le hacíamos dos hoyos al medio le pasábamos una "PITILLA" o cordel y teníamos un "RUN RUN", competíamos quién cortaba el cordel del otro y ese era el ganador.
El trencito hacia el Cajón del Maipo, funcionaba a carbón, todos debemos tener cada historia, cada recuerdo, quizás más de alguno hizo la cimarra o hizo su primera conquista femenina. Los paseos de colegio y las arrancadas con los amigos.Cualquier "ACEQUIA" con un poquito de agua, era buena para competir, echábamos unos palitos y los seguíamos, corríamos hasta que uno de los palitos quedaba retenido, el que pasaba sin problemas esa era ganador, eran juegos simples pero ocupábamos nuestro tiempo sin pensar en dañar a nadie.Jugábamos pichangas y se elegía entre dos jugadores, colocándose de frente a una distancia de unos 6 metros, y cada uno colocaba un pié delante del otro hasta que el que elegía era el que llegaba con el pié sobre el otro, los malos quedaban para el último, pero nadie se traumaba por no ser elegido primero o por quedar esperando entrar.
Escuchar música, recién aparecían los tocadiscos y las "VITROLAS" empezaban a quedar en el olvido, la radio era el medio más recurrente, escuchar las comedias las historias sobre los Talaveras, Manuel Rodríguez, Dr. Mortis, Radio Tanda, nos llevaba a la imaginación en forma increíble.Algunos inventaban sus propias radios, con una piedra "GALENA", la "RADIO GALENA", con un potenciómetro, que se podía captar una o dos emisoras.Con el tiempo tener una Radio a Pilas era una maravilla, no cualquiera la podía comprar, o tener un Jean Americano, ojalá gastado en las piernas era para lucirse.Los Malones, con puras bebidas y la música a todo volumen bailando Rock & Roll y los infaltables Boleros , Blues lentos que servían para acercarse a la posible polola, terminaban a las 12 de la noche, hora en que hoy empiezan las fiestas.Las bebidas eran, "BIDU, VITAMALTINA, ORANGE CRUSH, SORBETE LETELIER,BILZ,LA PILSERNER Y LA MALTA".Las revistas, "EL PENECA, ROSITA, DON FAUSTO, ECRAN, SIMBAD EL MARINO, OKEY, CONDORITO,LA PEQUEÑA LULU, SUPERMAN,DICK TRACY, SUPER RATON" "LORENZO Y PEPITA".Los únicos diarios eran. "La Tercera", "Las Últimas Noticias" y "El Mercurio"¡Qué tiempos aquellos!, nuestros juegos de niños eran "A la pelota, al trompo, a las Bolitas, al Pillarse, al Tombo, a la Escondida, a los tres Hoyitos, al Emboque, al Volantín, Caballito de Bronce, al APA, Hacer Parir la Chancha, al Luche, andar en Bicicleta,"
Hacíamos amigos, compartíamos y nadie se aburría.Los domingos, eran días especiales, ya que nos colocábamos la mejor pinta, terno, camisa blanca, corbata, zapatos lustrados, bien peinados y a misa en la Mañana y en la tarde al Teatro, estaban el NACIONAL Y EL PALERMO, a la MATINEE, que daban tres o cuatro películas, casi siempre de Guerra, de Cowboy y Mejicanas, y las Seriales del "CAPITAN MARAVILLA", que quedaban pendientes y en suspenso hasta el próximo Domingo. salíamos de noche y con los ojos chiquititos y a veces con dolor de cabeza.En las de Cowboy, Aplaudíamos cuando salía el Jovencito, Roy Rogers y Toro el indio amigo ,Hopalong Cassidy a salvar a la niña a todo galope.Las peleas siempre eran entre Gringos contra Mejicanos y contra los indios Sioux.En las del Capitán Maravilla, que era como Superman, se transformaba en un hombre de acero, sólo diciendo "SHAZAM", no creo que haya habido alguno de nosotros que no haya gritado Shazam intentando transformarse en super héroe.En las Mejicanas, historias de Amor, Canciones a las amadas en los Balcones y peleas de borrachos.En las de Guerra, siempre los Americanos, combatían contra los Japoneses y Alemanes que eran los malos y perdedores.
Entrar al Colegio y especialmente a la Escuela Matte era difícil de conseguir, ya que todos querían entrar, además era reconocida su enseñanza en Puente Alto y sus alrededores. se ingresaba con siete años cumplidos, no antes. nuestros padres nos inscribían y había que esperar si éramos aceptados. Si teníamos hermanos que habían ingresado antes, quedábamos inscritos de inmediato.Venían de todas partes al colegio, los llamábamos los Huasos de Pirque, La Puntilla, El Principal, Casas Viejas puro campo.Recordar a nuestro primer profesor, como por ejemplo Amador Donoso, que fue siempre un profesor de Primer Año, curso al cual ingresaban entre cincuenta y sesenta alumnos, a todos el primer día de clases, les pegaba suavemente al entrar con una varillas en su mano, sólo para ver si tenían reacciones violentas, nos llamaba la atención que tenía un brazo tieso, nos preguntábamos entre nosotros que le habría pasado, nunca lo supimos, ni nos atrevimos a preguntarle, incluso siendo adultos, con el tiempo y los años nos acostumbramos.
Era y fue la cabeza visible del Club "LA Salle" en Fútbol y Basketball, cuando dejó de participar, el club, murió.A él le debemos el haber aprendido a leer en el "SILABARIO HISPANOAMERICANO", musitando todo el curso, la MU con la U, MU, la Mu con la A, MA, MAMÁ, a mediados de año ya sabíamos leer y hacer "palotes".Nuestros juegos de niños y nuestras peleas, llegaban hasta donde el Hermano Domingo, quién nunca debe haber entendido que habíamos peleado por que nos sacaron "LA MADRE", algo terrible, lo mas ofensivo que se podía decir, hasta hoy se considera una tremenda ofensa, pero todavía no entiendo que significa y por qué lo consideramos una ofensa.La MISA, tenía que ser a las 9AM y el Hermano Domingo, estaba al entrar y salir de la Iglesia, se conocía a todos los alumnos, era difícil hacerlo leso, había que ir a la Escuela a retirar el "PUNTO" por asistencia y entregarlo el día Lunes siguiente. Existía el Mercado Negro de los puntos, ya que había un vendedor de puntos, con el timbre y la firma del Hermano Domingo, los vendía el Lunes en la Mañana o lo comprábamos en forma anticipada, así nos quedábamos en cama hasta más tarde, nunca nadie lo acusó, varios flojos para levantarnos temprano el Domingo ( me incluyo) le compramos los puntos.La característica del Hermano Domingo, con su sotana negra y perchera blanca, con las manos atrás, su hablar todavía con el acento español, era que se sabía los nombres y apellidos de todos los alumnos y se paseaba por los pasillos del colegio observando, tener mala conducta era ir donde él para que nos llamara la atención, nos castigara rezando tres ave María y tres Padrenuestro y nos aconsejara no volver a hacerlo.Cerrar los ojos e imaginarlo parado en la puerta de entrada todas las mañanas viendo quién llegaba atrasado.
Como no recordar a Luchito Rojas, un símbolo, como profesor, como consejero, paternal, dando siempre enseñanzas de la vida, metido en el deporte, Basketbol, Fútbol, colocaba a los jugadores en los puestos que el creia que eran mucho mejor, sus consejos sin darnos cuenta lo asumíamos y aceptábamos, era amable y cariñoso, una palmada en la espalda era un premio a que algo habíamos hecho bien. Lo disfrutamos de adultos siendo nuestro Pater Magister.El Hermano Roberto, que andaba siempre con un bastón en la mano con una "Cachimba" de bronce, era el rey de las poesías y regalaba galletas a quién le recitara de memoria alguna de ellas, tenía un armario con llave en la sala donde guardaba las galletas y la leche condensada, las galletas eran duras pero se encontraban exquisitas, un majar, a eso de las once de la mañana, las guardaba en un tarro con tapa, también dependiendo de la poesía daba pan con leche condensada, alguien del curso tenía una llave maestra y nos invitaba a comer galletas y a robarle la leche condensada, no sé si alguna vez se dio cuenta.-Por buenas notas y conducta, daba "puntos" por filas y por cierta cantidad de puntos, se podía tomar una hora libre a elección, como siempre el mismo que hacía los puntos de la misa ,los hacía con el timbre y firma del Hermano Roberto, los vendía al mejor postor, era un experto, pero gracias a él salimos con horas libres varias veces.Cuando dejó de ser profe, se fue al Vergel, encargado de la producción de Vinos y Licores, donde cada vez que lo íbamos a visitar, nos convidaba un traguito de Vino Añejo o de los licores que el mismo preparaba y que a varios nos enseño a hacer, como el Cogñac de los cuescos de Durazno, el Anís, de la semilla del Hinojo, tragos con los cuescos de los Damascos en aguardiente y a usar en los tragos la Lavanda para el aroma.En el Vergel, donde se preparaba a los nuevos Hermanos, íbamos a jugar a la pelota contra los Novicios y por rara casualidad siempre la pelota se caía donde estaban las manzanas y los duraznos, nos faltaban manos después para traer frutas, algunos nos volvíamos en la camioneta del Hermano Rodolfo o en el auto del tío de Alamiro Meneses o en micrito nada más.Los profes, Manuel San Martín, Carlos Moreno, Francisco Allen, Avelino Montero, Osvaldo Ojeda, Jorge Pino, Humberto Pizarro, Oscar Muñoz, Victor Donoso y otros que se pudiesen escapar, eran sacrificados, responsables, nunca faltaban, cuando pasaba el tiempo y los veiamos en la calle, con terno y corbata siempre sus ropas limpias y en la parte de atrás completamente brillante por el uso y desgaste, eran profesores que amaban lo que hacían.
A pesar de ser enérgicos, nunca se les escuchó decir un garabato y malas palabras.Nuestro paso por la primaria es imposible de dejar de acordarse del Sr. Muñoz, el "Chancho Muñoz" quién por sus características físicas, tenía el sobrenombre bien puesto. Era un excelente profesor especialmente de Matemáticas, los que estuvieron con él o cuando reemplazaba a otros profesores, hoy lo ratifican, ya que pueden resolver y entender problemas con sus enseñanzas y metodología.Muchos le teníamos miedo y terror, ya que era famoso por sus "charchazos" y rogábamos que no nos tocara de profesor al pasar de curso, cuando así pasaba, nos alegrábamos y tiritábamos cuando tenía que ir a reemplazar por una hora a nuestro profe.Así y todo, no recuerdo que alguno de nosotros haya faltado al colegio por Stress o por depresión.
El joven Victor Donoso, que justo se casó en el año 1955, cuando hacía clases en el 5to Año, volvió de su Luna de Miel y en el curso le preparamos un regalo, hecho por mi abuelita Socorro, seis paños tejidos a Crochet almidonados y en la pizarra el Flaco Gutiérrez que era un extraordinario dibujante escribió a lo largo y ancho del pizarrón a todo color la palabra "BIENBENIDO", agradeció por los paños y las muestras de cariño y preguntó quién había sido el que escribió en la pizarra, el flaco se levantó orgulloso " YO SEÑOR", Gutiérrez, tiene un tres, Bienvenido es con una B larga y una V corta, ninguno nos habíamos dado cuenta.Profesor múltiple, Dibujo, Trabajos Manuales, Francés e Historia.Los dibujos y los Trabajos Manuales, eran presentados en el "Salón" a fin de año, donde los mejores estaban ahí, nadie sabía si algún trabajo nuestro había sido elegido, así que con mejor razón asistíamos a la exposición, al ver algo nuestro nos llenaba de orgullo y sólo en ese caso invitábamos a nuestros padres.En ese mismo salón se hacía la Gimnasia los Martes y Jueves y al terminar, la famosa ducha con Agua helada, en pleno Invierno, con frío, tiritando y pasando por el pasillo con varias duchas en fila, no me parece recordar que alguien se haya resfriado.
En los pasillos del Colegio, estaban las fotografías de todos los cursos, año por año, que nos traía recuerdo cuando entramos al primer año, íbamos creciendo y vernos como habíamos cambiado, nostalgia al ver compañeros que ya no estaban con nosotros.Como olvidar las Revistas de Gimnasia, donde los profes, Allen, Muñoz y San Martín, nos daban duro durante todo el año, a marchar, en las paralelas, en el caballete y las distintas formas de hacer una buena presentación coordinada.Todos nos presentábamos impecables, Camisa, calcetín y pantalón blanco ancho, cinturón negro, zapatillas blancas teñidas con creta.Venía toda la familia, las autoridades, Alcalde, Curas, Militares, Carabineros, Civiles , políticos, a ver la revista de Gimnasia de la Escuela Matte, era un acontecimiento.Se hacía en la Cancha de Fútbol que era inmensa y de Tierra, la única sombra que había era la de Un Moro antiquísimo, el resto un peladero, los ejercicios todos en el suelo y lo blanco de nuestra tenida, al terminar era de un color indeterminado, el pelo, las zapatillas, las manos negras, pero felices por que nos resultó y por haber participado.Nunca existió los pobres y los ricos, nadie miraba en menos al que llegaba con las zapatillas rotas o la ropa raída, no se hablaba de política, no había envidia ni rencores, éramos niños de mente sana.No recuerdo haber visto hacer las clases de Gimnasia en forma activa al Sr. Allen y Muñoz, ya que siempre ponían a un alumno para que los hiciera por ellos, ya que su gordura y edad no se lo permitían..
A Marcelino que nos vendía los dulces en un kiosko, que se llenaba en los recreos, y teníamos que pelear para poder comprar, la compra de pan con palta por entremedio del portón que daba hacía la calle.Los más chicos teníamos que ir a jugar al fondo del patio, lo más grandes jugaban en los arcos y en toda la cancha, los mateos y chupamedias se paseaban por los pasillos cerca de los profesores.Rezábamos a toda hora, al entrar y salir de clases, al irnos para la casa y especialmente en el mes de María en que íbamos a misa en la mañana con el olor a flores que impregnaba el ambiente, cantando "con Flores a María que madre nuestra es...", los cantos que hicimos nuestros como es a "San Juan Bautista de las Salle"Participar en el coro con el Hermano Enrique (Kiko) y el Hermano Gregorio (Goyo)en el órgano , cantando a todo pulmón.Luego pasamos a Humanidades, por el sólo hecho de estar en Humanidades, ya nos sentíamos diferentes, orgullosos, mirábamos a los que iban más adelante como algo inalcansable y como ejemplos a seguir, los veíamos como Grandes, lejanos y con deseos de llegar al sexto Humanidades, nuestra meta.Siempre tuvimos diferencias con TALLERES, tanto en lo personal como en lo deportivo, competir contra ellos era a muerte, ganarles en Fútbol y/o basketboll era lo que siempre deseábamos, pero siempre leales, nuestras diferencias eran sólo detalles solucionables, competencia sana. eran harto buenos para la pelota.Pasábamos todo el día en el Colegio desde las 8,30 AM a las 12,00 y desde las 14,00 a las 18 PM., excepto los miércoles y sábado medio día.Fernando Martínez (Pera), era el encargado de tocar la campana a la salida y entrada de clases, esta campana estaba en el techo del segundo piso y con un alambre larguisímo, varias veces algún gracioso, que nuca se supo lo cortó desde el segundo piso y al no poder tocar la campana el hermano Domingo y el Hermano Javier(Chaveta) llamaban y golpeaban las palmas de las manos para que nos formáramos, gracias a eso los recreos eran más largos.
Un par de Veces, agarraban entre varios a Fernando, y no lo dejaban moverse para que se demorara en tocar la campana, otra vez al fondo del patio que había una acequia y algunos acacios, lo amarraron, justo a la hora en que debía tocar la campana, al no llegar y después de un rato, el hermano Enrique se encargaba de tocarla, la risa general al ver a Fernando corriendo desde el fondo del patio todavía con los cordeles en las manos. Hubo una segunda vez, en que tuvieron que mandarlo a desamarrar, ¿quién fue? nadie.Casi la mayoría de los profesores eran Hermanos, como Rodolfo, Enrique, Gregorio Manuel, Javier, Arturo, Luciano, los laicos como Jorge Rojas, profe de Historia, que era una biblia de conocimientos, su personalidad en la Escuela era Fuerte en su trato y sus clases siempre eran las mas calladas por parte nuestra, lo vinimos a conocer después de algunos años de salido de la Escuela y era la persona más agradable, buena para los chistes, anécdotas y versos como la "ODA AL PEDO".El Hermano Rodolfo Erazo, nos enseñó Castellano y Francés y no creo que haya alguien que tenga faltas de ortografía y no se recuerde aún hoy, frases completas en francés. participa activamente con nosotros.El Hermano Luciano, Prefecto, siempre misterioso y afable, era el encargado de imponer orden, hoy nos acompaña donde quiera que se lo invite, a pesar de vivir en otra ciudad.Recordar la historia jocosa del Sr. Ernesto Barriga, profesor de Castellano, que era muy joven un poco afeminado y nosotros ya éramos casi adultos, estábamos en cuarto Humanidades, por lo que ver debilidades en un profe, era papita p´al loro, llegaba casi siempre justo a la hora de inicio de clases, corriendo, acalorado, hacía pruebas y se sentaba sacándose siempre los zapatos, parece que le apretaban,Luta Sandoval se sentaba justo al frente del pupitre del profe y con un alambre le sacó un zapato y lo pasó de escritorio en escritorio, entregamos las pruebas, sonó la campana y salimos a recreo rajados, al volver estaba el Chaveta, junto al Sr. Barriga, parado sobre un solo zapato y casi llorando, el zapato apareció en el basurero y con algunos escupitajos, ese día nos quedamos hasta un poco más tarde, castigados, ya que nadie dijo quién había sido el responsable, nos reímos casi una semana, pensando como andaría el Sr. Barriga, con un sólo zapato y que le diría al Chaveta por qué y como había perdido un zapato.El Hermano Javier, Chaveta para los amigos, Alemán, que el primer año que llegó, sabía poco español y nada de los garabatos, cada vez que pasaba lista, le agregábamos un Garabato, Astudillo. Presente Huevón etc... o cualquier epíteto, desgraciadamente los aprendió muy pronto y nos mandaba a inspectoría. lo que nunca pudo aprender fue a pronunciar la R. la que cambiaba por la G, Carrasco era igual a Cagasco e igual a cagaste, me imagino que a Lecaros le decía Lecago.Teníamos que dar los exámenes de fin de año al Liceo, profesores que venían con la idea concebida de rajarnos, ya que no podíamos ser los mejores, a tomarnos toda la materia a pesar que ellos nunca la pasaban completa, pero era así, por lo que teníamos que esforzarnos el doble.
Dar el examen temprano y luego tener que esperar varias horas en que nos dieran las notas o tener después que pasar al oral era desgastador, no todo era desesperación ya que:Paulo Ferruz (El LOCO) organizó el funeral de una gallina muerta que había encontrado botada en el fondo del patio, la ensartó en un palo y lo seguimos en fila india desde el Arco de fútbol Oriente atravesando toda la cancha, repitiendo las frases incongruentes que gritaba Paulo, éramos como sesenta, participamos casi todos, al llegar al fondo del patio en un hoyo que había, Paulo comenzó la ceremonia y cremación de la gallina, repetíamos todas las estupideces que nos hizo decir y gozamos, ya que pudimos salir de los nervios que teníamos por la espera de las notas. ¡Inolvidable!.

OTRAS ANECDOTAS DE AQUELLOS TIEMPOS:

Hace algunos años atrás, fuimos invitados por nuestro querido Profesor Don Victor Moisés Donoso Rodriguez, a sacarle kilómetros a un Bus nuevecito de paquete, por lo que la promoción 61, nos invitó a varios, (más de treinta) a visitar al Hermano Victor (VITOCO, para nosotros), quién hoy es el Padre Victor, a SAGRADA FAMILIA, donde es el párroco, un día Domingo de Verano, salimos super temprano, llegando a eso de las 11,30 horas.
El Padre Victor tenía invitado a Almorzar a Omar Moreno y Acompañante, nos más de tres, a esa hora estaba en lo mejor haciendo Misa, para lo cual nos dividimos en dos grupos entrando por ambos costados de la Iglesia, cada grupo con un estandarte de la promoción, los huasitos del lugar al vernos entrar , se callaron y nos miraban con cara de interrogación, cada grupo se acercaba hacia el altar y el silencio se hizo, de tal modo que sólo se escuchaba al Padre Victor, quién estaba rezando justo el Padre Nuestro, al vernos se olvidó del rezo y de que estaba haciendo la misa, después de un rato de silencio, con palabras entrecortadas les dijo a sus feligreses, me vienen a visitar unos ex-alumnos de la Salle de Puente Alto, inmediatamente nos pusimos a cantar los Himnos de la Salle, "Gran siervo del Señor, glorioso Juan Bautista ilustre campeón de .......".Los feligreses se retiraron ya que el Curita no les daba ni bola, sólo quería abrazar a sus muchachos, uno por uno lo saludamos y cosa increíble, creo que se acordaba de los nombres y apellidos de casi todos nosotros.Después de saludarlo, salimos hacia la calle y alguien le dijo, "Hermano Victor, Padre Victor, gracias por la invitación a Almorzar", casi se le cayó el pelo, que entre paréntesis no tenía ni una cana y se peinaba hacia atrás como antes, su rostro cambió, se puso pálido y no atinaba a decir palabras, hasta que lo llevamos al lado del bus y abrimos la maletera bajando la carne y todo los comestibles, en ese momento respiró tranquilo y nos contó de inmediato, que apenas llegamos y nos vio, lo único que se le ocurrió en ese momento fue, como voy a alimentar a todos estos alumnos, si tenía presupuestado un almuerzo sólo para tres.-
Se preparó la carne, sacamos lechugas y tomates enormes de su jardín/chacra y nos dedicamos comer hasta tarde, fue una gran alegría, no solo por compartir, sino por que el cariño que vimos reflejado en nuestro "Hermano Victor", queda guardado en nuestra memoria como algo para volver a recordar.-
Recuerdos de
Mario Moreno Zamorano
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Los Corredores de Propiedades de Chile Asociados en Coproch A.G.-, Agrupación donde nuestro compañero Evaristo Cortez es el Secretario General, y a su vez esta asociación es partícipe de una Institución Americana con Sede en Montevideo (Uruguay) que agrupa a varios otras Asociaciones de América Latina, llamada "La Americana". por los Corredores de Propiedades quienes editan allí una Revista que se distribuye a los países que la conforman, ha publicado la siguiente nota de Evaristo Cortez, que transcribo textual. Cabe mencionar que Evaristo predica sus valores Mattemesinos a América en algún grado dentro de sus actividades, ahora un tanto internacionales en artículos para esta Asociación.
- LOS CORREDORES INMOBILIARIOS Y LA GLOBALIZACIÓN -
Desde hace décadas lentamente la humanidad guiada por diversos líderes repartidos por todos los sectores del globo, comenzó a penetrar en esta línea de globalización. Poco a poco comenzaron a derribarse fronteras, muros, a unirse corrientes de pensamientos, de ideas, que antes eran antagonistas, en las políticas de gobernar, sistemas sociales económicos y hasta en la Religiones. Por todos los sectores a diario se firman promesas, pactos, acuerdos, alianzas. Gran parte de la humanidad como manso corderito, sin darse cuenta, con inocencia se involucra en estas pomposas y publicitadas corrientes que ofrecen un mundo mejor. Sí, los Corredores de Propiedades o Agentes Inmobiliarios también a diario contribuimos aportando esfuerzos, para que estos sistemas se desarrollen, crezcan y continúen avanzando. Todas las actividades y rubros hacen lo mismo. Sin darnos cuenta con nuestros trabajos contribuimos para que estos misteriosos sistemas continúen mostrándose como verdaderas tablas de salvación ante la humanidad. Es bueno y necesario de vez en cuando hacerse un lado y observar elespectáculo desde fuera, como quién se entretiene viendo una película y visualizar hacia dónde va dirigido este caminar de los miles de millones de seres humanos que conformamos el planeta. Hacia dónde nos están llevando los populosos líderes que conducen esta siniestra maquinaria. Observo la misteriosa globalización y lo único que veo en su interiores sólo materialismo, ansias de poder, sistemas compuestos porminorías, que por engaños tratan de aprovecharse y aplastar a mayorías, sólo para obtener beneficios, especialmente de indoles económicos. En estas globalizaciones no son considerados los aspectos espirituales o interiores del ser humano, para nada. Es lo que verdaderamente se observa en la diaria realidad por todas partes. Triste es ver que estos fundamentales aspectos ni siquiera son considerados por las mismas Religiones, las que del mismo modo se han entregado con toda libertad a estas carreras de ansias de Poder y Materialismo con el fin de captar adeptos. Los hechos están a la vista.- Los Agentes Inmobiliarios -Me refiero a la actividad que desarrollamos que podría ser cualquier otra. Creo que "gran parte" de quiénes nos desempeñamos como Agentes Inmobiliarios, sin darnos cuenta hemos caído en esta fatídica trampita, contribuyendo inocentemente con la siniestra globalización, debido a que muchas veces sólo queremos trabajar, en primer lugar, nada más que con el fin de obtener dinero y más dinero, siendo esta la única meta.Si bien es cierto que nuestra labor diaria debe contar con su recompensa económica o material, creo que muchas veces nuestro gran error está justamente en este aspecto; poner el énfasis en trabajar nada más que con el fin de obtener dinero; cuando lo verdaderamente correcto debería ser: en trabajar bien y de manera correcta, para servir, satisfacer y dar alegría con nuestro trabajo al prójimo. Es ahí donde debe en primer, segundo, tercer lugar y siempre, comienza rnuestra actividad, nuestro esfuerzo, el atender y dar contento al prójimo que es la persona o personas que recurren a nuestros servicios. Lo del dinero o la paga por nuestro trabajo necesariamente debería siempre pasar a un aspecto de índole secundario, lo cual por supuesto que llega solo. Lamentablemente, al igual que laglobalización, invertimos los valores, lo que se aprecia en nuestras actividades y muchas otras.Un joven que opta por la medicina, ¿lo hace en primer lugar pensando en lograr una profesión que le reportará dinero, fama, bienestar socioeconómico, o bien para trabajar sanando al prójimo enfermo, aportando tranquilidad y felicidad al necesitado? La misma pregunta: ¿Una persona que toma la decisión de trabajar en las actividades inmobiliarias, es sólo con el objetivo de ganar dinero, o bien como primicia de servir bien y corrección a quiénes recurren a sus servicios? Los Agentes Inmobiliarios por nuestras actividades necesariamente a diario estamos vinculados a otra serie de diferentes Agentes e Instituciones, en donde por todas partes ha penetrado esta misteriosa globalización y vemos cómo estas otras Agrupaciones con qué descaro y sin el más mínimo de verguenza, porque no se percatan en lo que están involucradas, les persigue sólo el afán materialista y ansias de ganar dinero. Es lo que vemos por ejemplo en las instituciones bancarias,que despliegan grandes campañas publicitarias con el fin de atraer clientes, ofreciendo variedades de planes para captar a personas que aspiran a tener su vivienda propia y sin embargo vemos cómo enseguida les obstaculizan las aspiraciones con numerosas trabas y atenciones burocráticas, humillando al pobre y al necesitado, sin importar los sentimientos ajenos. Son tristes espectáculos que a diario noscorresponde presenciar; lo mismo vemos en Organismo Públicos de Estado. Pienso que los Agentes Inmobiliarios, actores importantes en la captación de problemas sociales en la población, no sólo debemos en primer lugar trabajar de manera correcta satisfaciendo y colaborando con nuestro prójimo, sino que además tenemos el deber de trabajar ayudando a derribar tanta impureza que encierran los medios en donde nos involucramos a causa de nuestra labor diaria. Podría escribir páginas y páginas aportando un sentir que ha venido madurando a través de mi actividad inmobiliaria, pero creo suficiente por el momento haber entregado sólo algunos superficiales temas que invitan a la reflexión y mirar en dónde están como primicias nuestros valores. Pienso que nuestra actividad de Agentes Inmobiliarios da para mucho.
Evaristo Cortez Riveros
Secretario General
- Coproch A.G. -