lunes, noviembre 07, 2005

La Salud

Estimados Amigos: La salud es un tema que debe preocupar a todos nosotros y en este rincón de nuestro blog, pretenderemos poner algunos artículos que pueden servir de ayuda o orientación en ciertos casos, en nigún momento estamos pretendiendo hacer de médico, sólo la idea es colaborar frente a ciertas situaciones que como humanos nos suceden y así ayudarnos para buscar la consulta del especialista, cuando sea del caso, aquí dejamos está página para que escriban y pongan artículos, además tenemos varios médicos como ex_alumnos que pueden decirnos algo, allí queda....
Desea saber de algún remedio vea aquí mismo:

LA PROSTATA:

Tratamientos para el agrandamiento o crecimiento benigno de la próstata. La próstata es la glándula del hombre que se sitúa en la parte baja de la vejiga de la orina y que tiene por función producir parte del líquido lechoso (semen) en el que fluyen los espermatozoides para la reproducción. En condiciones normales la próstata tiene el tamaño de una nuez y se encuentra debajo de la vejiga, que es en donde se acumula la orina, rodeando a la uretra, que es el tubo que conduce la
orina hacia la salida del pene y al exterior (vea el dibujo).
Cuando el hombre tiene un orgasmo (satisfacción o clímax sexual), el esperma de los testículos y el líquido lechoso que produce la próstata entran en la uretra. El líquido transporta a los espermatozoides a través del pene.
El propósito de esta publicación Esta publicación le ayudará a conocer y entender mejor algunos aspectos de su interés relacionados con el crecimiento (hiperplasia)
benigno de la próstata, así como sus posibles tratamientos. El crecimiento benigno de la próstata es algo que ocurre frecuentemente en el hombre a medida que avanza la edad. Algo semejante ocurre en la mujer con respecto al útero o matriz. En algunos casos este crecimiento benigno de la próstata, en el hombre, o del útero, en la mujer, no causa ningún problema. Sin embargo si usted padece problemas debidos al crecimiento benigno de su próstata y ha recibido alguna recomendación para tratarse, por parte de su médico, esta publicación le explicará los beneficios y las posibles desventajas de cada uno de los tratamientos disponibles.
¿Qué es el crecimiento benigno de la próstata?
Los médicos utilizan el nombre de hiperplasia o adenoma de la próstata para referirse al crecimiento benigno de la próstata. Es una condición en la que la próstata crece a un tamaño más grande de lo normal.
El crecimiento de la próstata no es una condición cancerosa ni causa cáncer. La palabra "benigna" quiere decir que las células no son cancerosas; y la palabra "hiperplasia" quiere decir que existen más células de lo normal; lo cual produce el crecimiento del tamaño de la glándula prostática.
La probabilidad de que usted tenga problemas con la próstata aumenta con la edad y no se puede prevenir. La condición es más común entre los hombres que superan los 50 años. Por ejemplo, más de la mitad de los hombres mayores de 60 años la padecen y 8 de cada 10 hombres mayores de 80, la presentan.
No es un problema canceroso.
El crecimiento benigno de la próstata no siempre causa problemas. Menos de la mitad de los hombres que la tienen presentan síntomas ; y sólo algunos de éstos, necesitarán recibir tratamiento.

La próstata

La próstata es un órgano sexual masculino localizado en la base de la vejiga de la orina, rodeando a la primera porción de la uretra. La uretra es el conducto que comunica la vejiga con el exterior. La función primordial de la próstata es producir el líquido seminal, que transporta los espermatozoides. Además, la próstata produce sustancias de defensa contra las infecciones urinarias. Sin embargo, se puede vivir bastante bien sin próstata (como ocurre, por ejemplo, después de su extirpación quirúrgica). En el hombre joven, la próstata normal tiene el tamaño de una castaña, y tiene un volumen de 15-20 cc.. Sin embargo, con el paso del tiempo se produce un aumento progresivo del tamaño, alcanzando habitualmente tamaños de 30 -100 cc. (La próstata más grande operada en el Instituto pesó 1 Kg, pero no es lo habitual). Este crecimiento relacionado con la edad se conoce como hiperplasia benigna de próstata (HBP) o crecimiento benigno y ocurre en todos los hombres. En muchos de ellos el crecimiento de la próstata es lo suficientemente grande como para obstruir la uretra y producir dificultad para orinar. Los síntomas del crecimiento benigno suelen ser, entre otros, la disminución de la fuerza del chorro y la necesidad de orinar con mayor frecuencia, especialmente por la noche.
Otra enfermedad originada en la próstata es el cáncer. Su incidencia aumenta con la edad (se dice que si todos los hombres vivieran el tiempo suficiente, todos acabarían desarrollando un cáncer de próstata) y, a diferencia de la HBP, suele dar pocos síntomas. Cuando aparecen síntomas ocasionados por el cáncer suele ser demasiado tarde para curarlo, por ello hoy en día se practican programas de detección precoz. En ocasiones la próstata puede verse afectada por infecciones o prostatitis agudas o crónicas, bastante frecuentes incluso en gente más joven, y muy molestas.
¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es un tumor maligno (canceroso) que se forma cuando se malignizan las células de la glándula prostática. Es un tumor de crecimiento muy lento que crece en el interior de la próstata durante muchos años sin producir síntomas ni signos detectables. Actualmente se considera que mientras está localizado en el interior de la glándula prostática se puede curar. A medida que el cáncer avanza, puede salir de los límites de la próstata y diseminarse hacia los tejidos circundantes (diseminación local), o bien producir metástasis (diseminación a distancia) a otras áreas del cuerpo, como los huesos, los pulmones o el hígado. Por lo tanto, los síntomas y los signos del cáncer de próstata se suelen presentar de forma tardía, cuando se ha producido la diseminación y el cáncer ya no es curable.
¿Qué importancia tiene?
Es el tumor maligno más frecuente en los hombres y la segunda causa de muerte después del cáncer de pulmón. Por lo tanto, la mayoría de los expertos recomiendan que todos los hombres realicen revisiones urológicas anuales a partir de los 40 años, especialmente si tienen antecedentes de la enfermedad en la familia. En estas revisiones, se puede detectar el cáncer mediante la determinación del antígeno prostático específico en sangre, que avisa de forma precoz de la posibilidad de que exista cáncer en la próstata. Si se detecta a tiempo, es posible administrar un tratamiento curativo.
¿Cuál es su causa?
La causa del cáncer de próstata se desconoce, pero se sabe que no se relaciona con la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Los factores que predisponen a padecer un cáncer de próstata son la edad avanzada, la herencia genética, las influencias hormonales y el contacto con factores ambientales como determinadas toxinas, sustancias químicas y ciertos productos industriales. Las posibilidades de tener un cáncer en la próstata aumentan con la edad. Es raro antes de los 40 años y muy frecuente en hombres mayores de 80, de hecho algunos estudios han sugerido que el 50 % - 80 % de los hombres mayores de 80 años tienen un cáncer en su próstata. La testosterona es la hormona masculina que se produce en los testículos. Estimula directamente el crecimiento del tejido prostático normal y también el de las células del cáncer de próstata. Por lo tanto, no es sorprendente que se le asigne un papel importante en el desarrollo y el crecimiento de este cáncer. Lo importante de este hecho es que si se disminuyen los niveles de testosterona (mediante tratamiento médico, o quirúrgicamente, extirpando el tejido productor de testosterona de los testículos) se inhibe el crecimiento del cáncer de próstata.
Existen factores ambientales, como fumar cigarrillos y las dietas con elevado contenido en grasas saturadas que parecen aumentar el riesgo de padecer un cáncer de próstata.
¿Qué síntomas produce?
Inicialmente, el cáncer de próstata no suele producir síntomas durante muchos años. De hecho, estos cánceres se detectan frecuentemente por un análisis de sangre anormal (elevación del antígeno prostático específico o PSA) o porque el médico palpe un nódulo duro en la glándula prostática al realizar un tacto rectal. A medida que el cáncer crece y comprime la uretra, el flujo de la orina disminuye y la micción se hace más difícil. Los pacientes también pueden notar dolor o quemazón al orinar y observar la presencia de sangre en la orina. En ocasiones un cáncer de próstata puede bloquear la uretra por completo y producir una retención aguda de orina, muy dolorosa.
En los estados más avanzados, el cáncer de próstata puede diseminarse localmente infiltrando el tejido circundante o los ganglios linfáticos cercanos, los ganglios pélvicos. El cáncer puede además diseminarse a través de la sangre a otras áreas del cuerpo. El cáncer de próstata suele producir metástasis en la columna o los huesos e la pelvis, provocando dolor de espalda o dolor pélvico. El cáncer podrá diseminarse además al hígado y los pulmones. Cuando las metástasis llegan al hígado, se puede producir dolor abdominal e ictericia, un color amarillento de la piel. Las metástasis pulmonares pueden producir dolor torácico y tos.
¿Se puede diagnosticar el cáncer de próstata cuando todavía se puede curar?
Las pruebas de cribaje o diagnóstico precoz se realizan a intervalos regulares para detectar una enfermedad, como en este caso el cáncer de próstata, en un estadio inicial, cuando todavía es potencialmente curable. Si la prueba de cribaje es normal, se considera que la enfermedad no está presente. Si es anormal, se sospecha la presencia del cáncer de próstata y se realizan estudios adicionales para confirmar la sospecha, es decir, para establecer el diagnóstico. Se puede sospechar la presencia de un cáncer de próstata debido a la anormalidad de una de las dos pruebas de cribaje que se utilizan para detectar el cáncer de próstata. Estas pruebas son el tacto rectal y un análisis de sangre llamado antígeno prostático específico (PSA, prostate specific antigen).
En el tacto rectal el medico explora mediante palpación digital la glándula prostática introduciendo su dedo índice en el recto, para detectar anomalías. Si detecta un bulto, irregularidades, o zonas duras en la superficie de la glándula, se sospecha la presencia de un cáncer de próstata. Por eso recomendamos realizar un tacto rectal anual en los hombres mayores de 40 años.
El PSA es un análisis de sangre sencillo, reproducible y exacto. Se utiliza para detectar una proteína, el antígeno prostático específico, que se libera desde la próstata a la sangre y se produce exclusivamente en esta glándula. Las concentraciones de PSA aumentan en las personas con cáncer de próstata y por lo tanto sirve como prueba de cribaje del cáncer de próstata. Nosotros recomendamos la realización de un PSA anual en los hombres a partir de los 50 años. Los hombres con mayor riesgo de cáncer de próstata (por tener familiares de primer grado, padres o hermanos con cáncer de próstata) deberán realizarlo antes, a los 40 años.
Normalmente se considera que un valor en sangre de PSA por debajo de 4 nanogramos por mililitro es normal. Los resultados entre 4 y 10 se consideran sospechosos, y se interpretan según el contexto de la edad del paciente, sus síntomas, la historia familiar y los cambios experimentados en la concentración de PSA a lo largo del tiempo. Los resultados por encima de 10 se consideran anormales, existiendo gran probabilidad de que se detecte un cáncer. Cuanto mayor es el valor de PSA mayor es la probabilidad de cáncer de próstata. Además, el valor suele aumentar aún más cuando el cáncer ha progresado fuera de la próstata o ha producido metástasis a distancia. Los valores muy altos, de 30, 40 o mayores sugieren la posibilidad de que se haya producido la diseminación metastática.
¿Qué son los falsos positivos del PSA?
Los aumentos de PSA falsamente positivos están provocados por otras enfermedades originadas en la próstata. (el PSA solo se produce en la próstata, por lo que los aumentos de PSA indican que algo ocurre en la próstata, pero no siempre indican la presencia de cáncer). La hiperplasia benigna de próstata (HBP) y la infección o inflamación de la próstata (prostatitis) por cualquier causa pueden producir aumentos de PSA. La eyaculación o el tacto rectal pueden aumentar el valor de PSA si se han realizado 48 horas antes de la determinación en el laboratorio de la concentración del PSA. Las elevaciones falsamente positivas suelen estar en el rango comprendido entre 4 y 10 ng/mL, pero pueden alcanzar valores de 25 o 30, especialmente cuando se produce una inflamación prostática o prostatitis. Las enfermedades o infecciones que no afectan a la próstata, los alimentos, el tabaco o el alcohol no producen elevaciones falsamente positivas de PSA.
La sensibilidad del PSA (la capacidad de la determinación de PSA para diagnosticar el cáncer de próstata) es elevada. La mayoría de los pacientes, aunque no todos, con cáncer de próstata tendrán un nivel de PSA anormal. La especificidad del PSA (la capacidad para excluir otros diagnósticos) es sin embargo baja, ya que otras enfermedades de la próstata pueden producir elevaciones falsamente positivas del PSA.
¿Cómo se le puede sacar más partido al PSA?
Existen varias estrategias para intentar mejorar la sensibilidad y la especificidad del PSA. El propósito de estas estrategias es ayudar a evaluar los resultados obtenidos al determinar el PSA y mejorar la predicción de la presencia o no de cáncer de próstata.
Una de estas estrategias es el Índice de PSA libre/total. Este índice se determina dividiendo la cantidad de PSA que circula en la sangre en forma libre entre la cantidad de PSA que circula unido a proteínas de la sangre. En estudios de investigación realizados recientemente se ha observado que el PSA que circula libremente en la sangre tiende a asociarse a la hiperplasia benigna de próstata (HBP), mientras que el PSA que está unido a proteínas tiende a deberse al cáncer de próstata. Por lo tanto un índice de PSA elevado sugiere que se ha producido una elevación falsamente positiva del PSA y va en contra del diagnóstico del cáncer de próstata. Por el contrario, un PSA elevado con un índice de PSA bajo sugiere la presencia del cáncer de próstata. Otra estrategia basada en una modificación reciente de la prueba del PSA está basada en la observación de que a medida que los hombres envejecen, la cantidad de PSA en la sangre puede elevarse de forma normal, sin que haya un cáncer de próstata. Por lo tanto, se utilizan unas tablas de valores normales de PSA específicos para cada edad. Por ejemplo, un valor de PSA de 4,5 es anormal a los 40 años, pero puede ser normal a los 70.
Otra estrategia para mejorar los datos que proporciona el PSA es la velocidad o la pendiente de PSA. La velocidad se calcula como la tasa de cambio del PSA al repetir su determinación con el paso del tiempo. Cuanto más rápidamente se produzca el aumento de PSA, más probable es que exista un cáncer de próstata. Cuando menos rápido es el aumento, menor es la probabilidad de que haya un cáncer de próstata. ¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata? El cáncer de próstata se diagnostica evaluando la presencia de células malignas en una muestra de tejido prostático. Si al realizar un tacto rectal de la próstata se sospecha la presencia de un cáncer, se recomienda la realización de una biopsia de próstata. La biopsia se realiza a través del recto, por eso se conoce como biopsia transrectal. Habitualmente se guía la aguja de biopsia utilizando un aparato de ecografía. Se utiliza una aguja especial que se dispara a gran velocidad dentro y fuera del tejido prostático con una pistola de resorte. La aguja está diseñada para obtener un cilindro de tejido prostático. El patólogo examina el tejido al microscopio en busca de signos de cáncer en el tejido.
Cuando se diagnostica un cáncer de próstata en el espécimen de la biopsia, el patólogo estudia las características del tejido canceroso y decide el grado de Gleason del tumor, que se basa en ciertas características microscópicas del tejido que reflejan la agresividad del tumor. Este grado de Gleason se refleja en forma de la suma de dos puntuaciones que oscilan de 1 a 5 (por ejemplo, suma de Gleason 3 + 4 = 7) Las sumas totales de 2 a 4 se consideran bajas, indicando que se trata de tumor de crecimiento lento, de 5 a 6 se consideran intermedias, representando el grado intermedio de agresividad. Las sumas de 7 a 10 se consideran elevadas y suelen indicar que el tumor es agresivo, y de mal pronóstico.
La suma de Gleason puede ser de utilidad para ayudar a decidir qué tratamiento aplicar. La principal aplicación de la suma de Gleason es la predicción del riesgo de muerte por cáncer de próstata. En estudios recientes, se ha observado que los hombres con sumas de Gleason de 2 a 4 tienen un riesgo bajo (de 4 a 7 %) de morir por el cáncer de próstata en los siguientes 15 años, mientras que los hombres con sumas de 8 a 10 tienen un riesgo muy elevado (60 a 87 %) de morir por el cáncer de próstata en el período de 15 años.
¿Qué es el estadiaje del cáncer y cómo se hace?
El estadiaje de un cáncer sirve para determinar la extensión de la enfermedad. Cuando se diagnostica un cáncer de próstata en una biopsia, se realizan pruebas adicionales para evaluar si el cáncer se ha extendido más allá de la glándula. Para realizar esta evaluación, es posible que se realicen biopsias de los órganos cercanos a la próstata, como la vejiga o los ganglios linfáticos de la pelvis. Además, se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen. Por ejemplo, la gammagrafía ósea sirve para saber si existe diseminación del tumor a los huesos. Adicionalmente, la tomografía axial computerizada o TAC, y la resonancia magnética nuclear (RMN) pueden determinar si el cáncer se ha diseminado a tejidos u órganos adyacentes como la vejiga o el recto o a otras partes del cuerpo como el hígado o los pulmones.
En resumen, nosotros realizamos el estadiaje del cáncer de próstata basándonos en los resultados de la biopsia de próstata, posiblemente en otras biopsias y en estudios de diagnóstico por la imagen. Al realizar el estadiaje de un cáncer, asignamos un código de letras y números al cáncer, que intentan definir el volumen y la cantidad de tumor y la diseminación del cáncer. El estadio del cáncer de próstata, por lo tanto, ayuda a predecir el curso esperado de la enfermedad y a determinar el tratamiento idóneo para cada paciente.
El sistema de estadiaje utilizado en el Instituto de Cirugía Urológica Avanzada y en los mejores centros del mundo es la clasificación TNM (T de tumor, N de nódulos linfáticos y M de metástasis). En este sistema T1 y T2 definen los tumores localizados en el interior de la glándula prostática, T3 define los tumores que afectan a la cápsula prostática y T4 los tumores que se introducen en los tejidos circundantes. N0 es la ausencia de metástasis a ganglios linfáticos y N1 la afectación de los ganglios cercanos (pélvicos), M0 es la ausencia de metástasis a distancia y M1 la presencia de metástasis, por ejemplo en hueso, hígado o pulmones.
¿Cuales son las opciones de tratamiento del cáncer de próstata?
La decisión sobre el tratamiento apropiado puede ser difícil, en parte debido a que las opciones de tratamiento actuales son mucho mejores que las que existían hace diez años, pero también porque no disponemos de datos fiables suficientes para tomar las decisiones con el grado de certeza que desearíamos. Se están realizando ensayos clínicos científicos, a largo plazo, para comparar las ventajas y desventajas de las diferentes opciones de tratamiento disponibles.
Para decidir cuál es el mejor tratamiento para un paciente individual, los médicos clasifican los cánceres de próstata como localizados (que permanecen en el interior de la próstata), localmente avanzados (un tumor que ha sobrepasado la próstata pero no ha producido metástasis detectables) o metastático (se ha diseminado afectando a órganos distantes). Las opciones de tratamiento del cáncer de próstata localizado o localmente avanzado son habitualmente la criocirugía, la cirugía abierta o laparoscópica, la radioterapia externa o intersticial (braquiterapia), el tratamiento hormonal o combinaciones de los anteriores. Las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata con metástasis, que desdichadamente es incurable en el momento actual, son el tratamiento hormonal, la orquidectomía subalbugínea y la quimioterapia. Estos tratamientos son paliativos, es decir, intentan retardar el crecimiento del tumor y mejorar los síntomas del paciente, y en ocasiones se consiguen supervivencias muy prolongadas.
Otros factores que se tienen en consideración para escoger el tratamiento son la edad, la salud general del paciente y sus preferencias, además de la suma de Gleason y el estado del cáncer. Los resultados del PSA también pueden ayudar a decidir sobre el tratamiento idóneo, ya que un PSA ligeramente elevado, suele sugerir que el cáncer está localizado a la glándula, pero si está muy elevado, sugiere que es posible que existan metástasis microscópicas o establecidas.
También deberían hacerse determinaciones de PSA de forma periódica después del tratamiento para poder evaluar los resultados del tratamiento. Por ejemplo, un aumento de PSA sugiere que se ha producido un crecimiento o diseminación del cáncer, a pesar del tratamiento. Sin embargo, una disminución del PSA sugiere que ha habido mejoría. De hecho, un PSA de 0 tras el tratamiento puede indicar la curación o el control completo del cáncer.


¿Cuáles son los síntomas que produce el crecimiento benigno de la próstata?
Muchos hombres cuya próstata ha aumentado de tamaño no presentan síntomas molestos. Sin embargo el síntoma más común, entre los que sí padecen algún síntoma, es tener problemas para orinar.
Marque con una ( X ) los síntomas que usted presenta:
- Siento que no puedo vaciar totalmente mi vejiga cuando orino.
- Orino frecuentemente.
- Cuando orino, el flujo empieza y se detiene varias veces.
- Siento una necesidad urgente de orinar, que es difícil de aguantar.
- Mi flujo de orina es muy débil.
- Para empezar a orinar, tengo que hacer mucho esfuerzo y empujar.
- Durante la noche, me despierto con la necesidad de orinar.
¿Cuál es la causa de los síntomas?
Conforme crece la próstata, ésta presiona el tubo de la uretra, estrangulándolo o haciéndolo más estrecho. Este estrechamiento de la uretra es lo que dificulta el vaciado de la vejiga de la orina y hace difícil orinar. A veces este mismo crecimiento de la próstata también puede causar infección o sangrado.
Durante las primeras etapas del crecimiento de la próstata el paciente puede orinar mediante un mayor esfuerzo del músculo de la vejiga, empujando la orina a través del tubo estrecho de la uretra. Pero conforme progresa el crecimiento, el músculo de la vejiga se va haciendo más fuerte, grueso y sensible. Esto es lo que causa la sensación urgente de tener que orinar.
En algunos casos, el paciente puede tener problemas al tratar de empujar la orina a través de la uretra, de tal forma que no puede vaciar completamente su vejiga. En algunos otros casos, el paciente repentinamente no puede orinar (este problema se conoce como retención aguda de orina y necesita de ayuda médica). Si el problema avanza y los síntomas son cada vez más frecuentes e intensos, algunos de los pacientes pueden presentar problemas de la vejiga o del riñón o de ambos; debido a esta dificultad de vaciamiento de la vejiga de la orina.
En los casos en que se presenta infección del sistema urinario, el paciente puede sentir sensación de ardor y dolor al orinar. (El sistema urinario es el que elimina la orina y está formado por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra [vea el dibujo]).
¿Cuándo debe visitar al médico?
Si tiene cualquier síntoma que le causa molestias, debe visitar al médico para que determine cuál es el problema, ya sea el crecimiento de la próstata o alguna otra enfermedad. Si se confirma que usted tiene un crecimiento benigno de la próstata, el médico también podrá determinar si ésta le ha causado otros problemas de salud sobre el resto del sistema urinario (vejiga, uréteres y riñones).
¿Cómo se diagnostica el crecimiento de la próstata?
Para diagnosticarle, el médico probablemente hará lo siguiente:
Le hará preguntas sobre sus síntomas; estas preguntas son importantes ya que le ayudarán a decidir si su problema es leve, moderado o severo.
Le preguntará sobre sus antecedentes médicos. Hablarán sobre otros problemas de salud que usted haya padecido. Le examinará la próstata. Usando un guante con lubricación, palpará su próstata a través del ano y recto. ( elegir bien al médico, debe tener lo dedos grandes).
Le hará un examen físico general, para poder conocer si existe algún otro problema de salud que le esté provocando los problemas. Revisará y analizará su orina, para determinar si ésta tiene sangre u otras señales de infección (este examen se conoce como examen de orina).
Le hará un examen de sangre, para determinar si el problema de la próstata ha llegado a afectar a sus riñones. Probablemente el médico también le recomendará un análisis de sangre para asegurarse de que no se trata de cáncer de próstata.
Estos exámenes no son molestos ni costosos y ayudan a confirmar si usted tiene crecimiento de la próstata y los problemas que le ha podido causar en su propio cuerpo. Sin embargo, si no recibe tratamiento ahora, estos exámenes no pueden predecir si el crecimiento de la próstata le provocará otros problemas en el futuro.
Su médico también le recomendará otros exámenes para conocer si la condición ha afectado a su vejiga o a sus riñones. Estos exámenes pueden ser de ayuda para algunos pacientes, pero no para todos:
La prueba de flujo de la orina mide la rapidez y cantidad de orina que pasa por la uretra y determina el grado de bloqueo que produce el crecimiento de la próstata.
La prueba de residuo de orina mide la cantidad de orina que queda en la vejiga después que el paciente ha orinado y determina la repercusión del estrangulamiento de la próstata sobre la vejiga. Existen varios métodos para realizar esta prueba y usted y su médico deben hablar sobre el método más adecuado en su caso.
Las pruebas de presión y flujo ayudan a determinar la presión que ejerce en su vejiga mientras orina. Algunos médicos piensan que éste es el mejor método para determinar el grado de bloqueo. Estas pruebas ayudan a clarificar los resultados de otros exámenes; o si el médico piensa que el paciente probablemente tenga problemas de la vejiga.
Para realizar esta prueba, se introduce un pequeño tubo o catéter a través del pene y la uretra hasta la vejiga. Puede causar un poco de molestia y en algunos pacientes puede causar una infección urinaria. El examen de antígeno específico de próstata es un examen de la sangre que ayuda a descartar o a detectar el cáncer de próstata. Como se ha dicho, el crecimiento de la próstata no causa el cáncer, pero algunos hombres que la tienen, pueden padecer de cáncer al mismo tiempo. Este examen de sangre no siempre es certero y a veces puede indicar equivocadamente que un paciente tiene cáncer. A veces también puede indicar equivocadamente que un paciente que padece de cáncer no lo tiene. No todos los médicos están de acuerdo en que el recibir el examen de antígeno específico reduzca la probabilidad de que un paciente muera de cáncer de próstata. Cada caso es diferente, así que usted debe hablar directamente con su médico.
Probablemente su médico le recomendará otros exámenes tales como rayos-x, cistoscopia o ultrasonido. Muchos pacientes no necesitan hacerse estos exámenes que son costosos y con frecuencia inútiles. Los rayos-x y la cistoscopia pueden causar problemas en algunos pacientes. Sin embargo, pueden ayudar a diagnosticar algunos problemas relacionados con el crecimiento de la próstata y ayudar a pacientes que tienen problemas tales como sangre en la orina.
La cistoscopia le permite al médico mirar directamente dentro de la próstata y la vejiga. Si su médico y usted deciden que es necesaria una cirugía, este procedimiento permite decidir el tipo de operación más adecuada en su caso. Durante el examen se introduce un tubo a través del pene y la uretra hasta la vejiga. Algunos pacientes tienen molestias durante y después del examen.
Algunos pueden presentar infecciones urinarias o sangre en la orina y algunos pueden dejar de orinar por un corto período de tiempo después del examen. Un examen de rayos-x conocido como urografía endovenosa o urograma permite que el médico vea el bloqueo en el conducto urinario. Este examen consiste en inyectar una sustancia de contraste (tinte) en las venas, para que posteriormente este líquido de contraste se vaya eliminando a través del sistema urinario en las radiografías. Algunos pacientes son alérgicos a estas sustancias.
El ultrasonido permite que el médico vea la próstata, los riñones y la vejiga sin necesidad de usar un catéter o los rayos-x. Este examen se realiza a través de un instrumento que se coloca sobre la piel y envía ondas de sonido (ultrasonido) hacia el cuerpo. Los ecos producen imágenes de televisión de la próstata, los riñones o la vejiga. Este examen no causa molestias ni daño. Para producir una mejor imagen de la próstata, se introduce un instrumento especial en el recto. Esto último se hace cuando el médico sospecha que existe cáncer de próstata.
¿Cuándo es apropiado dar tratamiento?
Solamente es necesario dar tratamiento cuando:
- Los síntomas son lo suficientemente severos para causarle molestias.
Si el crecimiento de la próstata ha afectado seriamente el sistema urinario.
- Tener la próstata de mayor tamaño del normal no es razón suficiente para recibir tratamiento. Es posible que su próstata no crezca más de lo que ya lo está y que sus síntomas no empeoren.
Hágase las siguientes preguntas en cuanto a sus síntomas:
¿Le impiden realizar actividades que usted disfruta, como acudir a celebraciones deportivas o practicar algún deporte?
¿Realizaría más actividades si no tuviera los síntomas?
¿Quiere que le den tratamiento ahora mismo?
¿Está dispuesto a correr algunos riesgos para su salud con tal de mejorarse de los síntomas?
¿Sabe cuáles son esos riesgos?
Las respuestas a las preguntas anteriores le pueden ayudar a elegir el tratamiento más adecuado a su caso.
Los pacientes bien informados toman mejores decisiones.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Actualmente existen cinco tratamientos para el agrandamiento de la próstata:
Esperar sin dar tratamiento, sólo bajo observación médica.
Tratamiento con un medicamento conocido como "bloqueador alfa".
Tratamiento con un medicamento conocido como "finasteride".
Dilatación con el uso de un globo (balón).
Cirugía (una operación).
La cirugía es el mejor tratamiento para aliviar sus síntomas al orinar, pero al mismo tiempo tiene más riesgos que los demás tratamientos. Usted puede elegir entre varios tratamientos y debe optar por la cirugía sólo cuando sufra implicaciones serias debidas al crecimiento de su próstata que hagan necesaria la operación. El tipo de tratamiento que elija dependerá de en qué medida le molestan los síntomas. Su decisión también dependerá del riesgo que está dispuesto a correr para aliviarse de ellos. Usted y su médico elegirán la mejor opción para su caso.
Observación médica, sin tratamiento:
Si no presenta síntomas molestos, usted y su médico probablemente decidirán esperar sin dar tratamiento, es decir que no tomará ningún medicamento ni le harán ninguna operación. Lo que le harán será un examen cada año, para determinar si el crecimiento de su próstata ha empeorado o si le causa otros problemas. El médico le preguntará si tiene algún otro problema y probablemente le recomendará algunos otros exámenes médicos para determinar si este problema ha afectado los riñones o la vejiga.
Los problemas serios son poco frecuentes entre los pacientes que deciden no llevar tratamiento. En las ocasiones en que se dan, pueden consistir en: infecciones, sangrado o daño en los riñones y la vejiga. Unos pocos pacientes podrán sufrir retenciones agudas de orina, que consiste en que bruscamente quieren y no pueden orinar. Esta situación necesita ayuda médica.
Algunas de las recomendaciones del médico para controlar los síntomas producidos por el crecimiento de la próstata son que el paciente beba menos líquidos antes de acostarse. También les aconsejan que no tomen medicamentos para el tratamiento de problemas de sinusitis y la congestión nasal sin supervisión médica, ya que estos medicamentos pueden empeorar los problemas de la próstata.
Los síntomas de los pacientes que no reciben tratamiento pueden mantenerse iguales, mejorar o empeorar. Si usted nota que sus problemas empeoran, hable con su médico sobre las alternativas de tratamiento.
Tratamiento con medicamentos "bloqueador alfa"
Los bloqueadores alfa se toman por la boca una o dos veces al día. Estos medicamentos relajan los músculos en la próstata, de tal manera que algunos pacientes notan una mejoría en sus síntomas al orinar. Probablemente el médico le verá con más frecuencia durante las 3 ó 4 primeras semanas para asegurarse de que el tratamiento va bien. El revisará sus síntomas y la dosis del medicamento (cuánto y cuándo lo toma). Después de esto, las visitas serán menos frecuentes, y entonces el médico lo revisará y le dará una receta médica para obtener más medicamento. No existe evidencia de que los medicamentos bloqueadores alfa reduzcan el porcentaje de complicaciones causadas por el crecimiento de la próstata ni la probabilidad de que se tenga que hacer cirugía en el futuro.
Los efectos secundarios incluyen dolores de cabeza, mareos, cansancio o un descenso o bajada de la presión arterial. Debido a que el uso de bloqueadores alfa es reciente, los médicos aún no conocen los riesgos ni los beneficios a largo plazo.
Los bloqueadores alfa incluyen el "doxozosin" ("Cardura"), el "prazosin" ("Minipress"), y el "terazosin" ("Hytrin;").
Tratamiento con el medicamento "finasteride"
El finasteride ("Proscar") es un medicamento que se toma por la boca una vez al día para reducir el tamaño de la próstata. Algunos pacientes notan una mejoría en sus síntomas para orinar. Pueden pasar 6 meses o más antes de que usted note todos los beneficios del medicamento y es necesario que visite a su médico regularmente mientras que lo siga tomando.
Hasta hoy en día no existe evidencia de que el medicamento "finasteride" reduzca el porcentaje de complicaciones causadas por el agrandamiento de la próstata ni la probabilidad de que se tenga que hacer una cirugía en el futuro.
Este es también un tratamiento nuevo, así es que los médicos aún no conocen sus beneficios ni sus riesgos a largo plazo. El finasteride reduce el nivel en sangre del antígeno específico de próstata, de tal manera que los médicos no saben si esto puede afectar los resultados del examen de sangre para detectar el cáncer de próstata.
Los efectos secundarios del finasteride incluyen un menor interés en tener relaciones sexuales, problemas en lograr una erección y problemas para eyacular.
Dilatación con el uso de un globo (balón)
La dilatación se realiza en una sala de operaciones o en la consulta de un médico. Se le da anestesia al paciente (para que no sienta dolor) y el doctor inserta en el pene un catéter (tubo) con un globito desinflado en uno de sus extremos. El catéter se pasa a través del pene y de la uretra hasta la vejiga.
El médico infla el globito que, a su vez, abre y dilata la uretra en el lugar que ésta ha sido presionada por la próstata. Esto ayuda a algunos pacientes a orinar mejor.
El procedimiento puede causar sangrado o infección y algunos pacientes pueden tener dificultades para orinar por un período de tiempo. Si no hay ningún problema, el paciente puede irse a casa el mismo día, pero algunos pacientes se tienen que quedar en el hospital por una noche.
La dilatación es un procedimiento relativamente nuevo y los médicos aún no tiene suficiente experiencia sobre sus beneficios y riesgos a largo plazo. En muchos de los pacientes este tratamiento sólo funciona por un corto período de tiempo.
Cirugía
La cirugía para tratar el crecimiento benigno de la próstata se viene realizando desde hace muchos años, así es que los médicos conocen bastante bien los riesgos y beneficios que presenta. En comparación con los demás tratamientos, la intervención quirúrgica da resultados más rápidos, pero también es más probable que cause problemas serios. Sin embargo, la mayoría de los hombres que se someten a ella no presentan problemas.
El que la próstata crezca de tamaño no necesariamente quiere decir que se necesite de una operación, ya que es posible que ésta no siga creciendo más. Además, la operación para este problema no tiene ninguna repercusión en la probabilidad de que el paciente padezca de cáncer de próstata en el futuro.
La cirugía se recomienda en casi todos los casos en que los pacientes tienen los siguientes síntomas:
- No pueden orinar.
- Bloqueo y acumulación de orina que llega hasta los riñones y los daña.
Infecciones urinarias frecuentes.
Sangrado severo a través de la uretra (causado por el crecimiento de la
próstata).
- Cálculos (piedras) en la vejiga.
Si usted no padece de estos problemas serios, pero no obstante siente molestias causadas por el crecimiento de la próstata, probablemente considerará la posibilidad de la cirugía.
- Existen tres tipos de cirugía:
Resección transuretral de la próstata.
Incisión transuretral de la próstata.
- Prostatectomía (una operación a través del abdomen).
La operación de resección transuretral es la más común y se ha comprobado que es eficaz en el tratamiento del crecimiento de la próstata. El paciente mejora cuando la operación reduce la presión de la próstata en la uretra.
Después de anestesiar al paciente, sin tener que cortar la piel, el médico introduce un instrumento especial a través del pene y hasta la uretra. Con este instrumento, el médico saca parte de la próstata.
Después de efectuado este tipo de cirugía, el paciente ha de usar una sonda para drenar la orina durante 2 ó 3 días y probablemente tendrá que quedarse en el hospital ese período de tiempo. La mayoría de los pacientes notan una pronta mejoría después de la cirugía y permanecen bien por muchos años.
La operación de incisión transuretral se puede recomendar cuando la próstata no ha crecido demasiado. En esta cirugía no se saca ningún tejido. Se introduce un instrumento a través de la uretra y se realizan dos pequeños cortes en la próstata. Estos cortes reducen la presión que ésta está ejerciendo sobre la uretra y ayudan a que el paciente pueda orinar. En ciertos casos esta cirugía presenta menores riesgos que la anterior.
La prostatectomía se usa cuando la próstata está muy crecida. Se realiza una incisión en la parte baja del abdomen del paciente y se saca parte del interior de la próstata. Este tipo de cirugía mejora los síntomas de el agrandamiento de próstata
en la mayoría de los pacientes, pero algunos síntomas pueden persistir. Por ejemplo, los músculos de la vejiga pueden quedar débiles después de la operación y esto quiere decir que el paciente probablemente seguirá teniendo problemas para orinar.
Nuevos tratamientos
Cada año surgen nuevos tratamientos como la cirugía con rayos láser, la cirugía termal con microondas, la férula prostática y nuevos medicamentos. La cirugía de rayos láser presenta los riesgos de cualquier cirugía y los médicos aún no saben si los beneficios y los riesgos de ésta son mayores o menores que los de las cirugías ya conocidas.
Aún no existe información definitiva que podamos incluir en esta publicación sobre estos y otros nuevos tratamientos. Si su médico le recomienda un tratamiento nuevo, pídale que le explique los riesgos y los beneficios de cada uno de ellos, de la misma manera en que se le presentan a continuación sobre los tratamientos ya conocidos.
¿Cuáles son los beneficios y los riesgos?
Cada uno de los tratamientos puede mejorar sus síntomas, pero cada uno de ellos tiene diferentes probabilidades de éxito. Todos los tratamientos, incluyendo la decisión de no dar ninguno, tienen algunos riesgos. Hágale al médico las siguientes preguntas sobre cada uno de los tratamientos:
¿Cuál es la probabilidad de mejorar?
¿En qué medida mejoraré?
¿Cuáles son las probabilidades de que el tratamiento me cause problemas?
¿Por cuánto tiempo funcionará el tratamiento?
A continuación se presentan los beneficios y los riesgos de cada tratamiento para que los pueda consultar con su médico. La Tabla 1 muestra que la probabilidad de que mejoren sus síntomas con la cirugía de resección transuretral, cuando estos síntomas son importantes, es mejor que si decide que no le den tratamiento (sólo observación médica). Sin embargo recuerde que el tratamiento elegido debe estar en relación a la intensidad de los síntomas y que siempre se puede llegar a la cirugía.
Incluso con la resección, sus probabilidades de mejoría no son definitivas. Esto es así porque los médicos no pueden saber las probabilidades exactas de mejoría de cada paciente. Por lo general, los pacientes que presentan la mayor mejoría después del tratamiento son los que tenían los peores síntomas. El éxito de la incisión transuretral y de la prostatectomía es similar al de la resección transuretral.
La Tabla 2 muestra el grado de mejoría de los síntomas con cada uno de los tratamientos. Nuevamente la resección proporciona la mayor mejoría, mientras que la observación médica da la menor.
La Tabla 3 muestra las probabilidades de que se presenten problemas durante el tiempo en que se proporciona el tratamiento o poco después de terminado éste.
En la mayoría de los casos, los tratamientos no ocasionan problemas y aquéllos que se presentan no son serios. Algunos de los problemas serios de la resección transuretral son: enfermedad del corazón, sangrado que requiere una transfusión, o bloqueo del flujo de la orina. Sólo unos pocos de los pacientes que se someten a esta cirugía tienen estos problemas (vea la tabla 1).
Los efectos secundarios más comunes entre los pacientes que toman los medicamentos bloqueadores alfa son los mareos, el cansancio y los dolores de cabeza. El finasteride causa problemas sexuales tales como un menor deseo sexual o problemas para lograr una erección en aproximadamente 5 de cada 100 pacientes.
Con la observación médica sin tratamiento no existe la probabilidad de que se presenten problemas de inmediato, pero el crecimiento mismo de la próstata puede hacer que los síntomas empeoren, o causar otros problemas. Solamente la resección transuretral reduce significativamente este riesgo. Los doctores no saben si los medicamentos bloqueadores alfa, el finasteride, o la dilatación con globo pueden reducir las probabilidades de problemas futuros causados por el agrandamiento de la próstata.
Recibir sólo una cuidadosa observación médica es lo indicado para muchos pacientes.
La Tabla 4 muestra las probabilidades de morir como resultado del tratamiento. Probablemente no hay mayor riesgo de muerte con sólo la observación médica, los medicamentos bloqueadores alfa y el finasteride. No existe información a este respecto en cuanto al uso de la dilatación con globo. La edad media de los pacientes que padecen de crecimiento benigno de la próstata es 67 años. La probabilidad de que una persona de esta edad muera por cualquier razón es de aproximadamente 8 de cada 1,000 en un período de tres meses. Existe una muy pequeña probabilidad de morir dentro de los tres meses siguientes a la operación de resección transuretral (15 de cada 1,000) pacientes. Si usted tiene buena salud general, la probabilidad de morir debido a la cirugía es aún más baja.
Algunos de los tratamientos para el crecimiento de la próstata pueden causar incontinencia urinaria, es decir, orinar cuando usted no lo quiere. Con el tiempo, el mismo crecimiento de la próstata puede ocasionar también este problema.
Los pacientes que reciben tratamiento con bloqueadores alfa, finasteride, o la dilatación con globo también corren el riesgo de tener incontinencia urinaria en el futuro. Raramente, algunos pacientes presentan incontinencia urinaria severa después de recibir tratamiento (vea la Tabla 5).
Aproximadamente entre 7 a 14 pacientes de cada 1,000 tienen este problema después de la operación de resección transuretral. Sólo los pacientes que no reciben tratamiento no presentan este problema. La probabilidad de tener que hacerse una operación en el futuro varía de un tratamiento a otro. Algunos de los pacientes que en un principio eligen sólo la observación médica sin tratamiento, o que usan medicamentos, pueden decidir más tarde que quieren hacerse la cirugía para aliviar los síntomas molestos. Algunas veces, los pacientes que ya se han hecho una operación, necesitan otra más porque la próstata vuelve a crecer. Otra razón es que el tejido de cicatrización de la primera cirugía bloquee el conducto urinario.
En el transcurso de los primeros 8 años después de la operación de resección, entre 5 a 15 pacientes de cada 100 necesitarán otra cirugía. Los médicos no están seguros de que el uso de los tratamientos con bloqueadores alfa, finasteride o la dilatación con globo reduzcan la probabilidad de que los pacientes necesiten la cirugía en el futuro.
La Tabla 6 muestra la posibilidad de sufrir de impotencia sexual (no poder tener una erección) debido al tratamiento para el agrandamiento de la próstata. Aproximadamente 2 de cada 100 hombres a partir de los 67 años de edad en adelante, se vuelven impotentes, aunque no padezcan de la próstata y, por lo tanto, no reciban ningún tratamiento.
Probablemente no haya mayor riesgo de impotencia entre los pacientes que están sólo bajo observación médica o los que usan los medicamentos bloqueadores alfa. Los que usan el finasteride tienen un riesgo un poco más alto de sufrir de impotencia pero el problema se debe aliviar después de suspender el medicamento. El riesgo para los pacientes que se someten a la dilatación por globo es desconocido, pero probablemente bajo. Finalmente, la probabilidad de impotencia para los pacientes que pasan por la cirugía de resección es de entre 3 a 35 de cada 100 pacientes que deciden operarse.
Para la mayoría de los pacientes que se someten a la operación y tienen un funcionamiento sexual normal, el riesgo probablemente no es más alto que el de los pacientes que no reciben ningún tratamiento.
La Tabla 7 muestra el número de días de incapacidad que es probable tendrá que tener en su trabajo y en su vida normal durante el primer año después de recibir el tratamiento. Esto incluye el tiempo que necesitará para visitar al médico y los servicios en el hospital.
También se puede presentar otro problema conocido como eyaculación inversa. Este problema es común entre los pacientes que han pasado por la operación y raro entre los que toman medicamentos bloqueadores alfa. Lo que sucede con la eyaculación inversa es que, durante el clímax sexual, el semen fluye inversamente hacia la vejiga en vez de salir a través del pene. Los hombres que tienen este problema probablemente no podrán concebir hijos; pero no les afecta en su capacidad de tener una erección y lograr satisfacción sexual y no ocasiona otros problemas. Probablemente deseará hablar más sobre este tema con su médico. La eyaculación inversa se presenta entre unos 40 a 70 pacientes de cada 100 que pasan por la cirugía. En unos 7 de cada 100 pacientes que toman los bloqueadores alfa también se presenta este problema. Los que están sólo bajo observación médica y los que toman el finasteride no presentan el problema, aunque algunos de los que toman este medicamento notan que producen menos semen de lo normal.
Considere cuidadosamente todos los beneficios y los posibles problemas que se derivan de cada uno de los tratamientos.
La tabla 1 presenta los beneficios y posibles riesgos de cada tratamiento. Puede usar esta tabla para comparar los tratamientos. Por ejemplo, tanto los pacientes que toman los bloqueadores alfa como los que pasan por la cirugía de resección tienen problemas, pero algunos de éstos son leves y otros son serios, la tabla le ayudará a compararlos.
¿Cuál es el siguiente paso?
Antes de elegir un tratamiento, hágale a su médico las importantes dos preguntas siguientes:
1.Si mi crecimiento benigno de la próstata no me ocasiona problemas serios, ¿necesitaría de algún otro tratamiento en vez de sólo recibir una cuidadosa observación médica?
2.Si quisiera recibir tratamiento ¿cuál sería el mejor en mi caso, tomando en cuenta los posibles beneficios y riesgos?
No importa lo que decida, consúltelo con su médico. Puede llevar esta publicación con usted para que le ayude. Hágale todas sus preguntas y, junto con él, tome la decisión final.
La información de esta publicación se obtuvo de la Benign Prostatic Hyperplasia: Diagnosis and Treatment. Clinical Practice Guideline. La guía fue desarrollada por un panel de expertos patrocinados por la Agency for Health Care Policy and Research (AHCPR), una agencia del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos. Existen y se están desarrollando otras guías para pacientes en inglés y en español sobre diversos problemas de la salud.
Versión original de este documento: Agency for Health Care Policy and Research
National Council on Patient Information and Education U.S. Department of Health and Human Services Public Health Service Agency for Health Care Policy and Research AHCPR Publication No. 97-0002 February 1997 Adaptado y revisado por: Servicio del Plan de Salud e Investigación Servicio Canario de Salud

Tabla de comparación: resultados de tratamientos

Probabilidad de mejoría en los
síntomas
Grado de mejoría
Probabilidad de complicaciones o
daño después de la cirugía
Beneficio o riesgo
31-55%
Desconocido,
probablemente menor que con los otros tratamientos

Sólo observación
médica
59-86%
51%

Bloqueadores alfa
Finasteride
54-78%
31%

Dilatación con globo
37-76%
51%

Cirugía de resección
transuretral
75-96%
85%
2-10% (incluye
complicaciones

TABAQUISMO

Salud sin Tabaco

Es una publicación conjunta del Ministerio de Salud, OPS/OMS y Vida Chile; que recopila y actualiza antecedentes sobre el tabaquismo e indica estrategias probadas para enfrentarlo. Entrega información sobre los daños que produce, los costos económicos que conlleva y analiza en profundidad el efecto del tabaco en la Salud de la Mujer.
El consumo de tabaco es la primera causa de MUERTE EVITABLE en el mundo. Hoy, uno de cada tres adultos fuma, lo que equivale a 1.100 millones de personas. De ellas, alrededor del 80% viven en los países en vías de desarrollo. En parte debido al crecimiento de la población adulta y en parte por el incremento del consumo, se estima que la cantidad de fumadores alcance los 1.600 millones en el año 2025. En Chile cada año mueren 9.000 personas a consecuencia de enfermedades atribuibles al tabaco (cardiovasculares, respiratorias y diversos tipos de cáncer) y que corresponden al 11% de todas las muertes de nuestro país. El 11% de la mortalidad infantil es atribuible al bajo peso al nacer de los hijos de madres fumadoras.
Día a día nos vemos impactados por los daños que ocasiona el tabaco a la salud, consistentes en mayores enfermedades, discapacidades y muertes, así como en pérdidas económicas para la sociedad, con el consiguiente deterioro de la calidad de vida. Lamentablemente las tasas de tabaquismo en el país, son extremadamente altas (alrededor de un 40% de la población mayor de 15 años fuma), y recién comenzamos a crear una conciencia social sobre el daño a los no fumadores.
En el país la prevalencia mes del tabaquismo en población entre 12 y 64 años es de 40.9% (correspondiendo un 35,5% a mujeres y 47,2% a hombres) con una tendencia a la estabilización en la década de los 90. Sin embargo se observa que ahora las mujeres están fumando más que hace 30 años: 21% en 1971 versus 35,5% en 1998.
Respecto a los escolares, más de la mitad reconoce haber fumado tabaco en el último año, siendo mayor en mujeres que en hombres. El tabaco es la segunda droga de mayor consumo después del alcohol y además, la droga de inicio para el consumo de otras drogas. La prevalencia del último mes para el año 1999 es de un 43.0%, con una variación entre el 27.5% en octavo básico y el 54% en 4° medio.
Frente a este desafío, el Ministerio de Salud inició hace un año, la puesta en marcha de un programa que orientara una acción sistemática de control del tabaquismo desde una perspectiva participativa, educativa y de control social, y que a la vez tuviera una visión comprensiva e integradora de los distintos condicionantes de la salud.
Artrosis y 'Medicina Alternativa / Complementaria

'La Nueva Medicina alternativa/complementaria' en combinación con el láser ofrece posibilidades únicas para los tratamientos de 'artrosis': en efectividad y rapidez. Son una real alternativa y generalmente no requieren ningún tipo de fármaco químico. Por su alto grado de efectividad la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda especialmente los tratamientos con acupuntura (corporal y auricular). No obstante son ventajosos también otros tratamientos de la medicina alternativa, como láserterapia local, láserauriculoterapia, homeopatía, etc. o mejor, …una combinación de estas.
¿ARTROSIS: QUE ES?
La artrosis es una enfermedad producida por la alteración del cartílago, uno de los tejidos que forman las articulaciones, lo que origina la aparición de dolor y en ocasiones la pérdida de su movimiento normal. La palabra artrosis es una de las más conocidas por la población y habitualmente es entendida como una grave enfermedad, que durará para siempre y que va a comprometer seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Por este motivo es fundamental conocer su verdadero significado, ya que aunque es una enfermedad que todavía no se puede curar, los beneficios que se consiguen con un tratamiento correcto, pueden ser muy importantes, permitiendo llevar en muchos pacientes una vida prácticamente normal. La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente. Afecta en más o menos grado a todas las personas por encima de los 55 ó 60 años, pero sólo en una parte de ellos, la enfermedad es lo suficientemente severa para dar síntomas. Es muy habitual que las personas achaquen todos los dolores que padecen en la columna o las extremidades a la "artrosis", lo que con frecuencia es falso. Aunque todas las personas por encima de una determinada edad tienen "artrosis", en la mayoría, los síntomas que padecen no se deben directamente a esta enfermedad, sino que tienen su origen en problemas de los ligamentos, músculos o tendones que rodean las articulaciones. La artrosis puede aparecer en cualquier articulación del organismo pero generalmente afecta a las de los dedos de las manos, las del pulgar, las rodillas, las caderas, el primer dedo del pie y la columna cervical y lumbar. La artrosis de otras articulaciones como los hombros, los codos o las muñecas es poco frecuente y cuando aparece, es consecuencia de un traumatismo, otra enfermedad articular anterior o por un uso indebido de la misma.
¿QUE ES LO QUE OCURRE EN LA ARTROSIS?
En la artrosis es la articulación misma la que se altera y con el tiempo, todos los tejidos que la rodean se verán comprometidos. Es más fácil comprender lo que ocurre si se compara una articulación normal (Figura 1 A) con una articulación artrósica (Figura 1 B). Fig1: A) Articulación normal
B) Articulación Artrósica
Articulación normal (Figura 1A)
La articulación normal consiste en la unión de dos extremos de hueso que están recubiertos de un tejido firme pero elástico que se llama cartílago. El cartílago hace que el contacto entre los huesos durante el movimiento sea suave y el roce pequeño. Además como es elástico, es capaz de absorber los golpes que sufre la articulación sin que se afecten los huesos, que son mucho más rígidos. La articulación se cierra por una cápsula que en su interior, está tapizada por una fina capa de células que forman la membrana sinovial. La membrana sinovial produce un líquido viscoso que llena el espacio articular y que tiene como misión lubrificar la articulación y alimentar el cartílago articular que se llama líquido sinovial. La articulación se mantiene en su sitio gracias a ligamentos, tendones y músculos que impiden la separación de los dos extremos óseos y permiten el movimiento sólo en las direcciones correctas.
Articulación artrósica (Figura 1B)
Las alteraciones producidas por la artrosis ocurren en varias fases consecutivas.
Lo primero que se produce es una alteración del cartílago. La zona superficial, que es la que contacta con el otro cartílago articular, se hincha y se hace más blanda perdiendo su elasticidad. Poco a poco, la superficie se erosiona y con el tiempo el cartílago se desgasta y puede llegar a desaparecer, dejando que los extremos de los huesos contacten directamente.
A medida que se va perdiendo el cartílago, el hueso que está debajo reacciona y crece por los lados, con lo que la articulación se deforma por los llamados osteofitos. La membrana sinovial se engrosa y produce un líquido sinovial menos viscoso y más abundante que lubrifica menos. También intenta eliminar los fragmentos de cartílago que se han soltado y que flotan libres en la cavidad articular. Estos fragmentos originan una inflamación de la membrana y la producción de sustancias que al pasar a la cavidad articular aceleran la destrucción del cartílago. Los primeros cambios se producen sin que el paciente note ningún síntoma, ya que el cartílago no tiene capacidad para producir dolor. En esta fase el cartílago todavía puede recuperarse y la enfermedad es potencialmente reversible. Cuando el cartílago desaparece totalmente la enfermedad es muy severa y el proceso es ya irreversible.
¿CUALES SON LAS CAUSAS DE LA ARTROSIS?
Las causas de la artrosis son múltiples y a menudo aparecen juntas en la misma persona, por lo que sus posibilidades de desarrollar la enfermedad aumentan.
Envejecimiento La artrosis es una enfermedad de personas mayores. El desgaste de la articulación producida por el uso durante años, junto con una menor capacidad de recuperación de los tejidos al aumentar la edad, son factores importantes.
Herencia En algunos casos, por ejemplo la artrosis de las articulaciones de las manos, existe una predisposición familiar, principalmente entre las mujeres.
Obesidad La obesidad predispone a la artrosis en las caderas y rodillas ya que el sobrepeso acaba dañando el cartílago articular.
Trastornos por sobrecarga
Cuando la forma de la articulación o de un miembro no es la normal, por ejemplo cuando las piernas están torcidas o una pierna es más larga que la otra, se produce un desgaste mayor en toda la articulación o la parte de ella que soporta mayor peso.
Lesiones locales
Cuando se producen fracturas, golpes importantes o inflamaciones de cualquier causa en una articulación, la recuperación nunca es completa y el cartílago tiene predisposición a alterarse más pronto.
Exceso de uso
Produce el desarrollo de artrosis temprana o en lugares poco frecuentes como el hombro en jugadores de balonmano, rodillas en futbolistas, el codo en trabajadores con martillos neumáticos o las articulaciones de los nudillos de las manos en labradores.
¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS?
Los síntomas de la artrosis van a depender de las articulaciones que están afectas, pero tienen algunas características comunes.
Características comunes
Los síntomas comienzan gradualmente y la progresión es lenta. Al principio el dolor aparecemientras la articulación se mueve y desaparece con el reposo, pero con el tiempo y a medida que la artrosis se va haciendo más severa, el dolor es más continuo. Generalmente aparece el dolor después de un período de reposo y hasta que la articulación entra en calor y vuelve a aparecer con el ejercicio prolongado. En ocasiones debido al reposo y a la falta de ejercicio, los músculos que rodean la articulación se atrofian, mientras que en otros el dolor y las deformaciones óseas producen contracturas musculares. En ambos casos, la alteración de los músculos produce más dolor, alteración de la movilidad normal de la articulación y mayor tendencia a la progresión de la enfermedad.
Características especiales según la localización
Artrosis de los dedos de las manos
Si aparece en la parte final del dedo se llaman Nódulos de Heberden y si aparece en la mitad Nódulos de Bouchard (Figura 2).
Fig2. Artrosis de los dedos de las manos.
Son más frecuentes en mujeres y hay una gran tendencia a padecerla varios miembros de la misma familia. Aparecen primero en una articulación y progresivamente se van extendiendo a las demás de manera bilateral. Los pacientes notan dolor e inflamación que va siendo menor a medida que van apareciendo pequeños bultos duros (nódulos), que son consecuencia del crecimiento del hueso que hay debajo. Cuando la deformación se completa suelen desaparecer todas las molestias. Generalmente sólo crean un problema estético ya que la función de la mano permanece normal a pesar de que la articulación puede quedar ligeramente flexionada o desviada hacia los lados.
Artrosis del pulgar
Es frecuente en mujeres. Aparece dolor y deformidad en la base del pulgar sobre todo en las labores manuales y puede dificultar el uso normal de la mano sobre todo en los movimientos de prensión.
Artrosis de cadera
Aparece dolor en la ingle y en la región interna del muslo. A veces el dolor puede sentirse en la rodilla sin tener ninguna molestia en la ingle (es lo que se llama dolor referido). Si la artrosis es importante puede haber dolor nocturno o dificultad para flexionar la pierna para abrocharse los zapatos o ponerse los calcetines y cojera al caminar.Artrosis de rodilla
Produce dolor en la parte anterior o interna de la rodilla que predomina al subir y bajar las escaleras y al levantarse de una silla. Puede acompañarse de chasquidos durante la marcha y si es severa provoca cojera.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA ARTROSIS?
El diagnóstico de la artrosis es habitualmente sencillo. El médico va a diagnosticarla por la localización y el tipo del dolor, las situaciones en que mejora o empeora y con una simple exploración de las articulaciones afectas. En la artrosis de las articulaciones de las manos sólo con ver la típica deformación de los dedos va a ser suficiente. En ocasiones el reumatólogo realizará una serie de pruebas, que por una parte confirmarán el diagnóstico y por otra, van a dar una idea de la severidad de la enfermedad.
Aspiración del líquido articular
Cuando es posible obtener una muestra (generalmente sólo en la artrosis de rodilla), puede ser útil para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades reumáticas.
Radiografías Permite ver los cambios típicos de la enfermedad y la intensidad de la artrosis.
Análisis de sangre
Son poco útiles para diagnosticar la artrosis, ya que no existen alteraciones en los análisis típicos de esta enfermedad, pero permite descartar otras enfermedades.
Los tratamientos
Tratamientos convencionales
Actualmente no existe ningún tratamiento que pueda curar la artrosis, pero sí que se pueden aliviar los síntomas, retardar su evolución y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Un tratamiento correcto va a depender de la articulación afecta, la severidad de la artrosis, el grado de dolor, las actividades diarias del paciente y la edad. La estrategia de tratamiento va a consistir en una combinación de varios factores: Corrección cuando es posible, de factores desencadenantes o agravantes Tratar la obesidad o corregir la diferencia de longitud de las piernas si existen.
Proteger las articulaciones
Es un grupo de medidas para evitar someter a las articulaciones a sobrecargas que puedenocasionar un aumento del dolor o una destrucción más rápida y van a depender de la articulación afecta. El paciente tiene que comprender y aceptar sus limitaciones y como norma general hay que recomendarle que evite los movimientos que producen dolor y si es posible, aprenda a usar otras articulaciones en lugar de la enferma. En la artrosis de los miembros inferiores es necesario limitar el uso de las articulaciones (paseos largos, carreras, cargar pesos,...), pero nunca es recomendable la inmovilidad. El uso de bastones o muletas en el lado sano ayuda a reducir el peso que soportan las articulaciones y reduce el dolor. En la artrosis del pulgar el uso de utensilios con mango ancho, evitar sostener objetos con los dedos o el uso de férulas que inmovilizan durante los periodos de trabajo la articulación afecta es muy útil.
Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental. El ejercicio debe intentar mantener el movimiento articular y fortalecer los músculos para evitar que la articulación quede flácida y reducir las rigideces.
El ejercicio debe ser suave y no provocar dolor, ya que si se realiza sin cargar el peso o forzar la articulación es muy útil, pero si se hace excesivo tiempo, cargando o forzando la articulación es perjudicial y en lugar de mejorar la artrosis produce más dolor y acelera la evolución. La natación, ejercicios en el suelo o paseos suaves son muy recomendables, pero en cada situación van a existir ejercicios indicados que se pueden realizar en el domicilio, con ayuda de unos folletos editados para estas situaciones, o si es difícil o no hay una mejoría adecuada, en un centro especializado.
Tratamientos con calor y frío
Estos tratamientos pueden aliviar el dolor y la sensación de rigidez articular temporalmente. El frío local puede aliviar el dolor en algunas personas mientras que el calor es muy eficaz para mejorar la rigidez y puede ser también eficaz para el dolor. Al levantarse por la mañana, es recomendable una ducha caliente con chorro de agua fuerte en las zonas afectas para eliminar la sensación de rigidez por el calor y el masaje local. Existen muchas maneras de dar calor que se pueden utilizar en el domicilio como el agua caliente, paños calientes o la manta eléctrica, mientras que otros son más sofisticados y requieren
una infraestructura más compleja, como los baños de parafina para las manos, los ultrasonidos, los rayos infrarrojos y otras formas.
Medicamentos
Las medicinas en la artrosis se utilizan sobre todo para aliviar el dolor y reducir la duración de la rigidez y existen muchos tipos diferentes. En ocasiones habrá que intentar tratar al paciente con varias diferentes antiinflamatorios, que se tomarán según el dolor.
Tratamientos con Medicina Alternativa
Un tratamiento de artrosis consiste en una combinación de tratamientos de:
láserterapia local, que se aplica en las zonas dolorosas
láseracupunturaláserauriculopuntura (acupuntura de la oreja
homeopatíaoligoterapiaetc.
En Europa esta en auge la medicina alternativa, especialmente las acupunturas, la homeopatía/ homotoxicología y la fitoterapia. La acupuntura europea tiene ahora su propia investigación y desarrollo, encontrándose puntos nuevos y combinaciones más efectivas. Así, los médicos acupunturistas europeos combinan últimamente las acupunturas con otros tratamientos. Especialmente efectivo y fácil de aplicar es la combinación de la láserpuntura de la oreja con la homeopatía, dado que la combinación de ambas produce un efecto sinérgico, o potenciador: aumenta la efectividad y requiere menos sesiones de tratamiento.
Pero los tratamientos de acupuntura y homeopatía tienen que ser muy específicos para cada paciente, y tienen además su variación dependiendo del tipo de artrosis.
No así con la láser auriculopuntura donde se utiliza protocolos de tratamientos: básico y ampliado. No obstante, los puntos a tratar en las orejas pueden variar también: pueden aparecer 'puntos activos' adicionales o no mostrarse puntos del protocolo, dependiendo de las causas que desencadena el estrés en cada persona. Significa, se debe tratar también los puntos activos adicionales o no se trata los puntos del protocolo que son inactivos, por lo tanto:
Láserterapia local, láserauriculoterapia y homeopatía se combinan idealmente para el tratamiento de la artrosis.

DIABETES Y ALIMENTACIÓN

POR Juan Pablo GUTIÉRREZ REYES

La Diabetes mellitus es una enfermedad ocasionada por la incapacidad total o parcial del organismo para utilizar la glucosa (azúcar) circulante en la sangre, de la cual obtenemos energía.
El organismo necesita de la acción de la insulina (una hormona producida en el páncreas) para poder llevar la glucosa (la energía) dentro de las células. En la diabetes la acción de la insulina se encuentra disminuida o totalmente ausente, según sea el tipo de la enfermedad.
En la diabetes insulino dependiente, que suele presentarse en pacientes jóvenes, la insulina se encuentra ausente por la destrucción de las células del páncreas que se encargan de producirla. Por su parte, en la diabetes no insulino dependiente, que es más frecuente en adultos alrededor de los 40 años, lo que ocurre es una disminución en la acción y número de los receptores celulares de la insulina, que son unas estructuras localizadas en las membranas de las células que se encargan de identificar a la insulina y permitirle realizar su función.
La diabetes es una enfermedad que no se cura, pero que se puede controlar y permitir a quien la padece llevar una vida completa con muy pocas molestias. Sin embargo, si no se controla la diabetes puede acarrear muchas complicaciones que paulatinamente van disminuyendo la calidad de vida del enfermo y lo puede incluso conducir a la muerte.
En el control de la diabetes intervienen 3 factores que van estrechamente unidos: el control médico, sea con insulina o con agentes hipoglucemiantes; el control nutriológico, a travJs de una dieta que se ajuste a los requerimientos del paciente y que a la ves propicie una glucemia (nivel de azúcar en sangre) moderada; y el ejercicio, el cual se ha demostrado que incrementa la tolerancia a la glucosa en los pacientes.
Un control nutriológico de la diabetes junto con un plan de ejercicio adecuado facilitan y hacen más agradable la vida de los que padecen diabetes.
La dieta del paciente diabético debe contener una cantidad normal de proteínas, moderar el consumo de grasas y procurar que el aporte principal de energía sea de hidratos de carbono complejos. Se recomiendan los productos integrales y las verduras, ya que la fibra ayuda de manera importante en el control de la diabetes.
El consumo de grasas si bien debe ser moderado no debe suprimirse y lo más conveniente en todo caso es combinar de una manera adecuada los alimentos.
Existe un índice para los alimentos que nos muestra que tanto puede un alimento x elevar los niveles de glucosa en la sangre, es el llamado índice glucémico y debe consultarse en el momento de elaborar mendes que permitan mantener glucemias adecuadas.
La alimentación de los pacientes con diabetes es un apoyo fundamental en el control de la enfermedad y debe ser diseñada para las características específicas del paciente, para que mantenga o consiga un peso óptimo que le permita llevar una mejor vida. La alimentación debe prevenir la aparición de complicaciones y elevar la calidad de vida del individuo. Esa es la meta en el tratamiento nutriológico de la diabetes.


Contenidos
Introducción
Definición
Clasificación
Diabetes gestacional
Autocontrol en sangre
Diabetes y embarazo
Cuidado del pie diabético
Diez consejos útiles
Introducción:

La Diabetes Mellitus es una afección muy frecuente en el mundo entero. Ocasionalmente produce síntomas desde su inicio y otras veces no presenta ninguno y pasa totalmente inadvertida.
El diagnóstico precoz de la diabetes, permite establecer el tratamiento adecuado y evitar posibles complicaciones.
En Argentina existen aproximadamente 2.000.000 de diabéticos, de los cuales alrededor de 800.000 no lo saben. Muchos de ellos recién se enteran de su condición diabética al aparecer alguna complicación como, por ejemplo, un infarto de miocardio.
Definición
La diabetes es una enfermedad que impide el correcto aprovechamiento de los alimentos que se ingieren, especialmente de los azúcares, debido a una carencia total o parcial de una hormona llamada insulina.
Una persona normal ingiere en su alimentación azúcares, proteínas y grasas. El alimento es digerido en el estómago y absorbido en el intestino delgado. Luego llega al hígado, donde una parte se transforma en glucosa, que entra en el torrente sanguíneo y hace que el páncreas produzca insulina. La insulina permite que la glucosa entre en las células y produzca calor y energía.
En cierto modo, la insulina abre la puerta de la célula para que la glucosa pueda entrar. Cuando una persona diabética se alimenta, el páncreas no produce la insulina necesaria para que esta glucosa entre a las células, produciéndose una acumulación o aumento de azúcar en la sangre (glucemia elevada). Entonces el organismo consume grasas y proteínas para obtener energía.

Clasificación
Existen dos tipos de diabetes, a saber::
a) Diabetes Tipo 1 (Insulinodependiente)
Se denomina Tipo 1 o "Insulinodependiente" a la diabetes que requiere para su adecuado control la administración diaria de insulina.
Esta forma clínica de diabetes se presenta con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes. Esta diabetes se produce porque las células del páncreas (células ?), que normalmente fabrican insulina, detienen su trabajo o producen cantidades insuficientes de la hormona.
En personas con predisposición previa a presentar este tipo de diabetes, infecciones virales o el propio sistema inmune del organismo (sistema de defensa contra la infección) pueden atacar a la célula ? del páncreas y alterar la secreción de insulina.
Habitualmente, los síntomas aparecen en forma brusca; los más comunes son. Cansancio o debilidad, apetito exagerado (polifagia), sed intensa (polidipsia), micción frecuente (poliuria), visión borrosa o cambios de la visión; todos secundarios al aumento de glucosa en la sangre (hiperglucemia).
La pérdida de peso súbita, refleja que hay bajos niveles de insulina y su presencia junto a los otros síntomas deben alertar sobre la necesidad de iniciar el tratamiento. El mismo consiste en la asociación de un plan de alimentación adecuado, ejercicio físico y aplicación de insulina, cuya dosis y frecuencia de inyecciones decidirá el médico en cada caso particular.
b) Diabetes Tipo 2 (no insulinodependiente)
La diabetes Tipo 2 o "No Insulinodependiente", afecta habitualmente a adultos mayores de 40 años con sobrepeso. Esta es la forma clínica más común (90% del total de diabéticos).
En el tipo 2, las células ? del páncreas producen insulina, pero el organismo no puede utilizarla adecuadamente. Hay insulina, pero las células parecen no reconocerla, y la glucosa no puede entrar en los tejidos. A esta incapacidad de usar eficazmente la hormona, se llama "insulinorresistencia". En estos casos, el páncreas se ve obligado a fabricar cada vez más insulina, sin alcanzar el efecto normal, por lo que aumenta el azúcar en la sangre (hiperglucemia).
La diabetes no insulinodependiente es una enfermedad hereditaria. Se hereda la predisposición a presentarla y distintos factores la desencadenan:
• infecciones• intervenciones quirúrgicas • embarazo • menopausia • emociones
Debe destacarse como un factor que precipita la diabetes a la obesidad, por producir insulinorresistencia. Por lo tanto, una persona que tiene familiares diabéticos, es decir, predisposición, debe evitar ser obesa.
El comienzo de la enfermedad es lento, presenta los mismos síntomas que la diabetes tipo 1, pero generalmente más leves. Esto explica que, tanto para el paciente como para el médico, sea más dificultoso su diagnóstico.
La mayoría de los diabéticos no insulinodependientes puede alcanzar un buen control metabólico con el plan de alimentación (alcanzando el peso ideal) y ejercicios físicos. En algunos casos es necesario agregar al tratamiento medicación oral (hipoglucemiantes orales). La aplicación de insulina se reserva para situaciones especiales como adelgazamiento, embarazo, intervenciones quirúrgicas, infecciones u otras enfermedades que puedan interferir con el control de la glucemia.
Diabetes gestacional
Es la diabetes que se desarrolla durante el embarazo y desaparece con el parto. Su diagnóstico y tratamiento son importantes para lograr un embarazo normal.
Debe tenerse en cuenta que el 50% de las mujeres que presentan diabetes gestacional tendrán diabetes con el tiempo.
Las complicaciones crónicas de la Diabetes Mellitus no son exclusivas de ningún tipo en especial.
La afección de órganos como los ojos, riñones, pies, etc., depende del control habitual de la glucemia y no del tipo de diabetes.
El objetivo del tratamiento es alcanzar un buen control metabólico, es decir, la utilización adecuada de la glucosa; de esta forma se evitan en gran medida complicaciones que a largo plazo pueden alterar la calidad de vida, tanto del diabético insulinodependiente como del no insulinodependiente.
Autocontrol en sangre
¿Porqué el autocontrol en sangre?
Porque si usted tiene diabetes, la única forma de mantener su glucosa en sangre en los valores normales, es haciendo sus propios análisis. Así, de acuerdo a los resultados, podrá adoptar acciones inmediatas basadas en las recomendaciones de su médico.
¿Cuáles son las ventajas del autocontrol de glucosa en sangre?
Es más exacto que el test en orina.
Puede ser determinado en cualquier momento el nivel exacto de glucosa.
- Los niveles de glucosa altos o bajos pueden ser identificados rápidamente.
Un test de glucosa en sangre no depende de que el riñón elimine en la orina el
exceso de glucosa existente en la sangre.- Los test de glucosa en sangre le enseñarán más acerca de la diabetes y de cómo
controlarla.- Si usted mantiene los niveles de glucosa en sangre en los valores normales, puede
evitar problemas serios en ojos, riñones, pies y piernas. – Un test de glucosa en sangre no necesita tanta privacidad como un test en orina.
¿Qué sucede con el test de orina?
El objetivo del tratamiento y del programa de control es mantener la glucosa en valores normales o cercanos a ellos. Antes, los diabéticos sólo podían controlar su glucosa en orina, pero ese test no indica el valor exacto de glucosa en sangre. Ahora puede hacerse una medición directa de la glucosa en sangre en el hogar, en lugar de realizarla en el hospital o en el laboratorio. Sin embargo, su médico todavía puede necesitar que realice algún test en orina, especialmente para controlar las cetonas, cuando la glucemia es superior a 200 mg.
¿Qué tengo que hacer para comenzar con el programa de autocontrol?
Tendrá que haber un compromiso personal de su parte, porque usted estará haciendo algo todos los días para cuidar su salud. Hable con su médico, coméntele que quiere saber todo lo posible acerca de la diabetes y del autocontrol en sangre. Solamente usted y su médico pueden determinar cuántas veces por día precisará efectuarse el autocontrol en sangre. Necesitará controlarse en distintos momentos del día, ya que su objetivo es mantener su nivel de glucosa en los valores normales durante las 24 horas. Tendrá que llevar un registro de todos los resultados, así, en su próxima visita al médico, él podrá revisar la información y, basándose en ella, podrá ajustar el tratamiento y el programa de autocontrol.
¿Cómo medir el contenido de azúcar en la sangre?
El primer paso para determinar su contenido de azúcar en la sangre es obtener una gotita de sangre. La mayoría de las personas hacen esto pinchándose un dedo con un dispositivo de lanceta. Hay dos métodos diferentes que usted puede usar para medir la cantidad de azúcar que hay en una gota de sangre. Estos métodos son:
a) La prueba visualb) La prueba con el medidor
Cada uno de estos métodos se describen a continuación. Hay muchas cosas que deben considerarse al seleccionar el método o el instrumento más adecuado para usted. Su médico puede ayudarlo, ya que conoce su caso y los muchos sistemas de prueba que hay.
a) Prueba Visual. La prueba visual se hace con pequeñas cintas plásticas. Estas cintas tienen una almohadilla suave en un extremo. Las sustancias químicas que hay en la almohadilla hacen que cambien de color al entrar en contacto con el azúcar. Los resultados que dan las cintas de prueba visual son precisas si usted puede notar pequeñas diferencias entre varios tonos de color. Para hacer la prueba de la sangre con una cinta visual, aplique una gota de sangre a la almohadilla de la cinta y siga las instrucciones del envase. Espere el tiempo exacto que se indica en las instrucciones. Si la cantidad de tiempo no es correcta, el resultado de la prueba será incorrecto. Ahora compare los colores de la almohadilla con los colores en el frasco de cintas. La tabla de colores le indicará los límites del nivel de azúcar en sangre en ese momento. Por ejemplo, la tabla puede indicarle que el nivel de azúcar en la sangre está entre 80 y 120 mg/dl o entre 180 y 240 mg/dl.
b) Pruebas con el medidor. Las pruebas con el medidor le proporcionan una manera más exacta de determinar el nivel de azúcar en la sangre. Los medidores usan cintas muy parecidas a las utilizadas en las pruebas visuales, pero se diferencian en que sus medidores pueden "ver" el cambio de color de la cinta de prueba con mayor precisión. Cada uno tiene su propio método de uso. El método correcto de cada medidor debe usarse para que cualquier medidor dé resultados precisos del nivel de azúcar en la sangre. Por ejemplo, cada máquina usa sólo una clase de cinta o de cartucho. Algunos medidores requieren que usted tome el tiempo de duración de la prueba y que limpie o seque la cinta, en tanto que otros no. Y existen otras diferencias.
Las respuestas a las preguntas siguientes le ayudarán a seleccionar un medidor que satisfaga sus necesidades. ¿A usted le resulta fácil usarlo? Pídale a alguien que le muestre como funciona. Pruébelo usted de ser posible. ¿Se operan los botones con facilidad? ¿Entiende usted los pasos? ¿Pueden obtenerse los repuestos fácilmente? ¿Es el tamaño del medidor adecuado para usted? ¿Puede ver los números en la pantalla con facilidad? ¿Tiene "memoria" el medidor para mantenerse al día en las lecturas de azúcar en la sangre? ¿Tiene el medidor una señal sonora que le indique los pasos a seguir?
Cómo llevar el registro
Usted logrará más ventajas de las pruebas de sangre cuando lleve un buen registro de los resultados. Estos registros ayudarán a usted y a su médico a descubrir problemas en el plan de cuidado de su diabetes. Su plan de alimentación, actividad y medicamentos pueden adaptarse en caso que sea necesario para corregir problemas con el control del azúcar en sangre. Use el diario de autocuidado de la diabetes o cualquier cuaderno pequeño para registrar los valores del azúcar en la sangre. No olvide llevarlo a todas las citas que tenga con su médico.
Los resultados tienen mayor utilidad cuando se registra:
- La fecha
- La hora de cada prueba
- El resultado de cada prueba
- La hora en que usted se inyectó la insulina o tomó la pastilla para la diabetes.
- Los tipos y dosis de insulina o la pastilla para la diabetes.
- Los resultados de las pruebas cetonas.
- Cualquier cosa especial o diferente que haya podido afectar el azúcar de la sangre (actividad física adicional, no haber almorzado, etc.)
Horarios para las pruebas de azúcar en la sangre.
¿Con cuánta frecuencia sería útil que verificara el azúcar en la sangre? La respuesta a esa pregunta depende de sus propias necesidades. Hay muchas personas que necesitan verificar el azúcar de la sangre de 4 a 6 veces al día. Esto se recomienda para los que se aplican dos o más inyecciones de insulina al día, los que utilizan bombas de insulina, las diabéticas embarazadas, cualquier diabético que padezca otra enfermedad y las personas que tengan problemas con niveles inesperados o bajas pronunciadas del azúcar de la sangre. Puede ser que otras necesiten verificar su nivel de azúcar en la sangre con menos frecuencia. Su médico puede ayudarle a organizar un horario de pruebas que se adapte a su diabetes y a su estilo de vida.
El azúcar de la sangre se mide usualmente antes del desayuno, antes del almuerzo, antes de la cena y antes de acostarse. Esta última prueba se hace antes de comer algo antes de acostarse, si es que se hace. Para ver si existe una buena correspondencia entre su dieta y su medicina, hágase una prueba ocasional de la sangre dos horas después de comer.
Mídase más de lo usual, por lo menos cuatro veces al día, cuando esté enfermo o bajo una tensión desacostumbrada, o cuando su rutina diaria cambie. Hable con su médico sobre la frecuencia con que planea comprobar su nivel de azúcar en la sangre. Discuta qué tipo de horario le es práctico.
Diabetes y embarazo
Lo que hay que esperar.
La clave del éxito para desarrollar un embarazo saludable consiste en conocer la importancia de mantener un buen control de la glucemia durante los nueve meses del embarazo.
Es necesario que la embarazada diabética controle su glucemia varias veces al día y conozca la manera de corregir los valores con insulina corriente. Durante el embarazo es imprescindible realizar un tratamiento intensificado y un plan alimentario adecuado, trabajando en equipo con el médico obstetra, el diabetólogo, el neonatólogo y los principales protagonistas: la paciente y su familia.
El primer trimestre.
El aumento de peso es escaso. No deberá adelgazar en ningún período del embarazo. Las pacientes con obesidad no deben realizar dietas bajas en calorías. Es fundamental el monitoreo de sus glucemias previas a cada comida y también en otro momento en que su médico lo indique, así como medir en orina la cetonuria diariamente.
El segundo trimestre.
La placenta produce hormonas con acción opuesta a la insulina; por eso las glucemias aumentan y el control intensivo de las mismas por monitoreo es imprescindible. El tratamiento con insulina también es intensificado, utilizando insulina NPH y corrigiendo con insulina corriente en cada control, según lo establecido por el médico. La bomba de infusión es otro método de tratamiento intensificado durante el embarazo. Es importante evaluar la función de sus riñones y mantener las hemoglobinas glicosiladas en valores normales. Su obstetra realizará estudios para evaluar el progreso del bebé.
El tercer trimestre.
Cercano al octavo mes, los requerimientos de insulina disminuyen. El control intensificado de sus glucemias es muy importante. La visita al médico diabetólogo suele ser quincenal y semanalmente a su obstetra, donde controlará el desarrollo y vitalidad fetal. El médico neonatólogo ya participa de este equipo, que se aproxima a la meta final... La feliz paciente con diabetes, triunfante, da a luz su bebé. ¡Felicitaciones!

Cuidado del pie diabético
Consejos

Llevar una vida normal depende del buen manejo de las variables de su tratamiento, guiado por el control adecuado de sus valores glucosa en sangre. Pero depende también del buen cuidado de sus pies, para lo que es necesario seguir los siguientes consejos:
Higienice sus pies diariamente. Es suficiente un buen lavado durante la ducha, o un baño de pies; en este caso, compruebe la temperatura del agua para evitar quemaduras. Sumerja los pies sólo 5 minutos.
Use jabones adecuados. Consulte a su podólogo especializado sobre el tipo de jabón adecuado al estado de su piel.
Seque sus pies suavemente, especialmente entre los dedos, con una toalla absorbente y blanda. Complete el secado con un secador con aire frío, sobre todo entre los dedos.
Luego examine sus pies; si tiene disminuida la visión, recurra a un familiar.
Si su piel es seca y tiende a agrietarse, fricciónese con alguna crema humectante. Por el contrario, si su piel es húmeda, aplíquese alcohol dejando que se evapore antes de calzarse.
Si usted usa talco, el más aconsejable es el de bebé.
Las callosidades deben ser tratadas por un técnico especializado.
Cuando corte sus uñas, hágalo en forma recta, evitando cortarlas hacia atrás por los lados.
La cutícula es una barrera de protección de la uña; evite cortarla para no llegar a una infección.
Si tiene lesiones, cúbralas con una gasa estéril, sujetándola con un vendaje suave de gasas.
Utilice medias de algodón o hilo en verano, pues absorben la transpiración y de lana en invierno porque mantienen el calor. Deben ser suaves, sin remiendos ni costuras salientes.
El calzado debe ser de cuero suave y flexible, de puntera ancha y alta que permita el movimiento de los dedos. De taco bajo y con el contrafuerte firme para mantener el equilibrio del pie. Al elegir un calzado, solicite que le midan el pie. Para saber el número exacto que debe usar, sume a la longitud mayor de la planta la mitad del número obtenido.
Siempre, antes de calzarse, inspeccione el interior del calzado buscando cualquier elemento que lo pueda lesionar. De ser posible, cámbiese los zapatos varias veces al día.
Use gradualmente el calzado nuevo; no más de una hora diaria al principio. Si observa zonas enrojecidas o ampollas, no los use más, y consulte a su médico.
La actividad física mejora la salud de los pies, siempre que se use calzado cómodo con medias adecuadas de hilo o algodón.
Advertencias
Evite las siguientes situaciones que pueden causarle heridas o quemaduras:
- El uso de antisépticos en forma indiscriminada.
- Los callicidas.
- El uso de algodón, gasa o apósitos impregnados en antisépticos, así como las cintas adhesivas.
- Las bolsas de agua caliente, mantas eléctricas y otros medios de calefacción externa.
- El uso de zapatos de plástico, angostos, con tiras, de punta fina, cortos o demasiado largos, muy anchos o de tacos altos.
- Las plantillas standard y las de relieve.
- Las ligas, medias cortas, angostas o con puños ajustados.
- El caminar descalzo.

Diez consejos útiles para el diabético
1. Conozca los niveles de glucosa en su sangre. Compruébelos con regularidad.
2. Sepa cuál debe ser su peso normal. Manténgalo a ese nivel.
3. Mantenga una dieta baja en azúcar.
4. Aplíquese su insulina o tome sus medicamentos del modo como se lo aconsejó su médico.
5. No olvide visitar a su médico periódicamente (cada dos a cuatro meses).
6. Trate de seguir los consejos de su médico sobre dieta, ejercicios, medicamentos y control.
7. Lleve con usted la tarjeta que lo identifica como diabético; le será muy útil en caso de que baje bruscamente el azúcar de su sangre.
8. Si usa insulina, tenga siempre a mano un dulce, azúcar, fruta o glucosa para el caso de una hipoglucemia.
9. No olvide sus controles. Mejorará su calidad de vida.
10. El 6% de la población es diabética, y la mitad no lo sabe. Ayude a detectarlos.

Contenidos
Introducción
Plan de alimentación
Insulinoterapia
Hipoglucemiantes orales
¿Cómo tratar la hipoglucemia?

Introducción:

El objetivo del tratamiento es alcanzar un buen control metabólico, es decir, la utilización adecuada de la glucosa; de esta forma se evitan en gran medida complicaciones que a largo plazo pueden alterar la calidad de vida, tanto del diabético insulinodependiente como del no insulinodependiente.
El tratamiento habitual de la diabetes mellitus abarca una serie de medidas, tales como, régimen dietético, ejercicio físico y medicación, ya sea insulina o hipoglucemiantes orales.

Plan de alimentación
La alimentación es uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, y su principal objetivo es mantener un buen estado de nutrición y mejorar la calidad de vida.
Si el diabético usa insulina y tienen un peso normal, debe consumir la cantidad de calorías necesarias para mantenerlo. Se debe prestar atención a los alimentos que poseen hidratos de carbono; éstos deben distribuirse en forma uniforme a lo largo del día, en estricta relación con la insulina, para evitar aumentos o descensos bruscos del azúcar en sangre. Si el diabético es obeso, el plan de alimentación tendrá pocas calorías, ya que el objetivo principal en el tratamiento será el descenso de peso.
Los alimentos están compuestos por tres sustancias básicas: los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. También aportan agua, vitaminas, minerales y algunas fibras. Los hidratos y las grasas son utilizados como combustible por el organismo; dando energía y calor. Las grasas se almacenan en el tejido adiposo; la reserva de energía del organismo. Las proteínas también se pueden utilizar como energía, pero el organismo las emplea principalmente para formar y conservar tejidos. De acuerdo a su contenido en hidratos de carbono, proteínas y grasas, los alimentos se dividen en grupos. Esto permite conocer la composición de los mismos y reemplazar entre sí en la alimentación diaria. Para su mejor visualización se ideó una "pirámide" formada por los cinco grupos: esto significa que el grupo que conforma la base de la pirámide debería ser la base de la alimentación y que los grupos superiores deben consumirse en menor cantidad.
Grupo I
Compuesto por los cereales, como arroz, cebada, centeno, avena, trigo, maíz, sus harinas y los amasados hechos con ellas (pan, galletitas, pastas). Las legumbres pueden ser consideradas en este grupo por la cantidad de hidratos de carbono, pero difieren en el total de proteínas.
Proveen hidratos de carbono, minerales y vitaminas del complejo "B" y proteínas de origen vegetal. Si son de tipo integral también proveen fibras y mayor cuota de vitaminas y minerales.
Grupo II
Formado por los vegetales. Aportan hidratos de carbono, minerales, vitaminas y fibras. Las verduras se clasifican en grupos según la cantidad de hidratos de carbono que poseen:
• Grupo A: (Tienen 5% de hidratos). Acelga, achicoria, berro, rabanito, apio, escarola, espinaca, hongos, lechuga, berenjenas, pepino, repollo, repollito de Bruselas, ajíes, hinojos, zapallitos, brócoli, tomate, radicheta, coliflor.
• Grupo B: (Tienen 10% de hidratos). Zanahorias, calabaza, puerro, arvejas, habas, cebollas, chauchas, remolachas y zapallos.
• Grupo C: (Tienen 20% de hidratos). Papas, batatas, choclos y mandioca. Este grupo puede ser reemplazado por igual cantidad de cereales cocidos, ya que es similar la cantidad de hidratos de carbono totales que contienen.
Grupo III
Formado por frutas. Aportan los mismos nutrientes que los vegetales.
Las frutas tienen entre 10 y 20% de hidratos, es decir como los vegetales B y C.
Pomelo, naranja y mandarina; frutilla, melón y sandía, son las que poseen menor cantidad de hidratos, mientras que banana, mango, mamón, uva negra e higo son las que tienen cerca del 20%.
Manzana verde y roja, pera, durazno, damasco, ciruela, kiwi y uva blanca se encuentran entre el 12 y 15%.
Grupo VI
Formado por las carnes de vaca, cerdo, pollo y pescado, así como por los huevos. Son alimentos ricos en proteínas animales y grasa saturada. Las carnes aportan hierro de buena absorción. No contienen hidratos de carbono, pero su consumo debe ser moderado por su alto aporte proteico.
Grupo V
Formado por los lácteos. Leche, yogur, quesos. Aportan proteínas, grasas y calcio,
fundamentalmente. También algunas vitaminas como A, D y B2. La leche y el yogur contienen hidratos de carbono, al igual que algunos quesos magros. Por lo tanto su consumo no debe ser libre, deben preferirse los lácteos descremados.
Grupo VI
Formado por aceites, manteca, margarina, mayonesa, panceta, aceitunas, frutas secas como almendras, avellanas y nueces, crema de leche y palta. Aportan grasas y vitaminas liposolubles como E y A.
Su consumo debe ser limitado ya que el valor calórico es muy alto. Deben elegirse las de origen vegetal, por carecer de colesterol, y tener mayor proporción de grasas insaturadas.
Fraccionamiento
Es muy importante realizar cuatro comidas en el día (desayuno, almuerzo, merienda y cena) respetando en los posible horarios habituales.
Los diabéticos insulinodependientes que utilizan tratamiento convencional con 2 dosis de insulina NPH deben realizar 2 colaciones, una a media mañana y otra antes de acostarse para evitar hipoglucemias (una fruta o un yogur diet con cereales).
Los diabéticos no insulinodependientes, obesos, a menudo no desayunan ni almuerzan y comen una comida opípara durante la cena. Este patrón de comidas es poco recomendable ya que dificulta el control de la glucosa en sangre y propicia el mantenimiento en un peso alto.
Errores frecuentes del diabético al alimentarse
1. Realizar solamente dos comidas, por ejemplo, desayuno y cena.2. Consumir leche y yogur descremados a voluntad, pensando que no tienen azúcar.3. Comer libremente carnes, quesos y grasas porque no tienen hidratos de carbono.4. No comer remolacha, calabaza, zanahoria o zapallo pensando que por tener gusto dulce, tienen muchos hidratos de carbono.5. Pensar que el arroz tiene menos hidratos de carbono que los fideos o la papa y que lavándolo, los pierde.6. Pensar que el arroz integral no tiene hidratos de carbono y tiene menos calorías.7. Creer que el pan tostado pierde hidratos de carbono y calorías.8. Pensar que el pan de salvado no tiene hidratos ni calorías.9. Creer que las galletitas pueden comerse a voluntad porque tienen menos harina que el pan.10. Creer que las galletitas de salvado o de agua no tienen calorías ni hidratos.11. Comer sólo manzana, creyendo que es la única fruta que puede comer el diabético, y que la manzana verde, por ser ácida, no tiene hidratos de carbono.12. Tomar jugos de frutas y compotas libremente, además de las frutas indicadas para el día.13. Pensar que el agua tónica o las gaseosas con pomelo o limón no tienen azúcar por ser ácidas.14. Consumir frutas libremente.15. Utilizar productos ricos en "gluten".16. Consumir productos "diet" sin conocer la composición, pensando que son dietéticos.
La alimentación fuera de la casa.
Cuando concurra a una excursión, trate de llevar la comida preparada desde su casa y, si es posible, también la bebida.
Trate de comer en los horarios habituales.
Si va a una fiesta en el horario habitual de su cena, coma en forma controlada.
Si la cena es más tarde, haga una colación en el horario en que habitualmente cena.
En cuanto a las bebidas, puede consumir agua, agua mineral, soda y gaseosas sin azúcar o diet.
Recuerde que si quiere tomar alcohol debe consultar con su médico; muchos diabéticos bien controlados pueden hacerlo, pero si es obeso y presenta triglicéridos altos en sangre, las bebidas alcohólicas, incluida la cerveza, están contraindicadas.
En un restaurante, usted podrá ordenar:
Una porción de carne, pollo o pescado.
Una rebanada de pan de salvado o un miñón.
Un plato abundante de ensalada de verduras o un panaché de verduras (incluida una papa chica).
Una fruta o una ensalada de frutas o una bocha de helado de crema.
En una confitería o bar, puede pedir:
Un sándwich de pan árabe con jamón y queso.
Una porción de ensalada de frutas o una fruta.
Gaseosa diet o agua mineral.
Café o té con edulcorante.
Una infusión con leche, con edulcorante y dos medialunas.
Una gaseosa diet y tres sandwiches triples.
Una gaseosa diet y un pebete de jamón y queso.
Es conveniente que el diabético converse sobre el uso de estos reemplazos con el médico nutricionista que le preparó el plan de alimentación, para evaluar cuántas veces por semana puede realizarlos y qué cantidad de alimentos debe reemplazar.
El control de las glucemias mediante el monitoreo previo a las comidas y 2 horas posterior a las mismas, es una herramienta eficaz para evaluar el efecto de la alimentación sobre los valores de glucosa en sangre.

Insulinoterapia
La insulina es una hormona que permite la utilización de glucosa (azúcar), que es el principal combustible de nuestro organismo.
Es producida por el páncreas, un órgano situado detrás del estómago. En el diabético, el páncreas no segrega insulina o la produce en cantidades muy pequeñas.
Una persona con diabetes insulinodependiente no puede sobrevivir, por eso la insulina debe ser inyectada diariamente.
Tipos de insulina
La insulina puede ser de origen bovino, porcino y humano.
Corriente
Rápida
2 a 4 hs.
4 a 6 hs.
NPH
Intermedia
6 a 14 hs.
18 a 24 hs.
Lenta
Intermedia
8 a 14 hs.
18 a 24 hs.
La insulina debe conservarse en la heladera, preferentemente en la puerta, lejos del congelador.
No exponga la insulina a la luz solar.
Si viaja en avión, lleve la insulina en su bolso de mano.
Jeringas
Se deben usar jeringas específicas para insulina.
Es importante verificar si se está utilizando la escala que corresponde:
• Si usa insulina U 40, debe utilizar la escala de 40 u/cm3 .
• Si usa insulina U 80, debe utilizar la escala de 80 u/cm3 .
• Si usa insulina U 100, debe utilizar la escala de 100 u/cm3 .
Las jeringas pueden ser de vidrio, descartables o de tipo "lapicera" (Penfill).
¿Cómo cargar las jeringas?
• Lave bien sus manos con agua y jabón.
• Prepare algodón, alcohol, jeringa y el frasco de insulina.
• Rote suavemente entre sus manos el frasco de insulina NPH.
• Desinfecte la tapa de goma del frasco con algodón embebido en alcohol.
• Cargue la jeringa con la cantidad de aire que corresponda a la dosis de insulina que se aplicará.
• Introduzca la aguja en el frasco a través de la tapa de goma y, presionando el émbolo, inyecte el aire de la jeringa.
• Invierta el frasco y cargue lentamente la dosis de insulina.
Aplicación de la insulina
• Desinfecte el lugar donde se aplicará la insulina.
• Con una mano sostenga la zona desinfectada. Con la otra tome la jeringa como si fuera una lapicera e introduzca la aguja en forma perpendicular (90º) o bien algo inclinada (45º).
• Empuje lentamente el émbolo hasta introducir todo el líquido.
• Retire la aguja y, con algodón embebido en alcohol, presione el lugar de la inyección durante algunos segundos.
• Si su médico le indica combinar insulina NPH y corriente, debe cargar primero la insulina corriente.
Proceda de la siguiente forma:
• Inyecte aire en el frasco de la NPH y retire la aguja.
• Inyecte el aire en el frasco de la insulina corriente; sin sacar la aguja, cargue la dosis correspondiente.
• Por último, introduzca la aguja en el frasco de la NPH y cargue la cantidad necesaria.
Siempre proceda con lentitud. Tenga en cuenta que si cargó demasiada insulina, debe vaciar la jeringa y comenzar nuevamente.
Zonas para su aplicación
La insulina puede aplicarse en ambos brazos, muslos, abdomen y parte superior de los glúteos, rotando el sitio de inyección para favorecer su mejor absorción.

Hipoglucemiantes orales
Sulfonilureas: Actúan aumentando la liberación de la insulina preformada por el páncreas; además, disminuyen la destrucción de dicha hormona en el hígado.
Dentro de este grupo encontramos: clorpropamida, glibenclamida, glipizida, etc.
Biguanidas: La única que actualmente se usa es la metformida, actúa sólo en presencia de insulina (sola no actúa). Se utiliza en pacientes con diabetes tipo II y sobre todo obesos. Disminuye la absorción de glucosa a nivel intestinal y su liberación en el hígado; aumenta la utilización de glucosa por el músculo y el tejido adiposo.
Acarbosa: Actúa a nivel intestinal disminuyendo la absorción de hidratos de carbono. Al no ser asimilados, sufren un proceso de fermentación, produciéndose con frecuencia como efecto secundario aumento en la producción gas intestinal y flatulencias.

¿Cómo tratar la hipoglucemia?
Si usted se aplica insulina, puede tener niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia) debidos a demasiada insulina, excesivo ejercicio sin comer lo suficiente o muy poca ingestión de comida.
Si usa comprimidos para controlar la diabetes, puede tener hipoglucemia por comer poco o por tomar ciertos medicamentos para otras enfermedades que aumentan el efecto de los medicamentos antidiabéticos.
Tenga cuidado con las bebidas alcohólicas, que también pueden producir hipoglucemia.
A continuación se plantean diferentes situaciones y lo que usted debería hacer en cada una de ellas:
Descenso de la Glucosa en Sangre (Hipoglucemia)
Síntomas
Si se siente tembloroso, nervioso, irritable, con la cabeza liviana, hambriento, sudoroso...
Si su corazón late demasiado rápido o siente picazón o entumecimiento de los labios o la lengua...
Si durante la noche tiene pesadillas o grita durante su sueño...
Si no tiene síntomas pero su glucemia comienza a bajar por debajo de 50 mg/dl...
¿Qué hacer?
Coma o tome 10-15 g. de azúcar en cualquiera de las siguientes formas, con lo que el azúcar en sangre sube por lo menos 10 mg/dl:
• Un vaso grande de jugo de naranja o pomelo o una gaseosa no dietética.
• Dos cucharadas de mermelada o miel, o bien 2 ½ cucharaditas de azúcar disueltas en agua.
Glucemia muy baja
Síntomas
Si usted tiene cualquiera de los síntomas anteriores y/o... Se siente muy dormido, enojado, testarudo o de muy mal carácter, triste o con náuseas...
Si tienen dolor de cabeza, visión borrosa, no coordina bien...
Si se siente confundido..
¿Qué hacer?
Tome 15-20 g. de azúcar (hasta dos veces la cantidad de la lista anteriormente mencionada).
Si está confuso o adormilado, deben darle azúcar líquida o en polvo.
Si está solo y los síntomas no desaparecen, llame a algún amigo o a un servicio de emergencia. Dígale a su médico si padece hipoglucemia con estos síntomas más de una vez por semana.
Síntomas
Si es difícil despertarlo, si tiene delirios, sensación de aprisionamiento o pérdida de la conciencia...
¿Qué hacer?
Usted no podrá tratarse solo, dígale a sus familiares o amigos y, si tienen los síntomas descriptos, ellos deben frotar un terrón de azúcar en la parte interna de la mejilla o debajo de la lengua. Pueden usar miel, mermelada o bebidas gaseosas no dietéticas. Deben inyectarle glucagón por vía subcutánea y llamar a su médico.

Definición
La diabetes gestacional es un cuadro clínico caracterizado por una intolerancia a los hidratos de carbono que se desarrolla o es detectada durante el embarazo actual por primera vez.
Es muy importante la búsqueda de una diabetes gestacional en todas las embarazadas, independientemente de la edad y de la existencia o no de factores de riesgo, ya que la mortalidad perinatal se ve incrementada por esta enfermedad y es totalmente controlable cuando es detectada en forma precoz y el tratamiento es el apropiado.
Los distintos cambios metabólicos que se suceden durante el embarazo pueden llegar a hacer manifiesto un trastorno potencial del metabolismo de la glucosa que presentaba la mujer llevando a la diabetes gestacional. Las variaciones hormonales ejercen un efecto contrario a la insulina, afectando al sistema regulador de los hidratos de carbono. Además, dicho trastorno posteriormente afecta a las proteínas y las grasas, con serias complicaciones tanto para la madre como para el hijo si no es controlada.
Se ha visto que afecta a alrededor del 1 - 5% de todas las mujeres embarazadas, de las cuales el 50% padecerán de una diabetes con el paso de los años.

¿Cómo influye?
• El embarazo sobre la diabetes:
El embarazo no sólo es capaz de desencadenar la enfermedad, sino que en aquellas mujeres diabéticas, si no realizan los controles necesarios, aparecen trastornos metabólicos que pueden llevar a la muerte del hijo.
• La diabetes sobre el embarazo:
En la madre se incrementa la retención de líquidos, apareciendo edemas en distintas partes del cuerpo. El riesgo de presentar una preeclampsia aumenta notablemente. En cuanto al hijo, se ha visto que la mitad de las embarazadas diabéticas no controladas pueden llegar a perderlos. Aumenta la incidencia de niños gigantes para la edad gestacional, habitualmente de más de 4500 gramos. En caso de existir una disminución del aporte sanguíneo puede desarrollarse un retardo del crecimiento fetal.
La placenta es de mayor volumen con acumulación de agua y alteraciones de los vasos sanguíneos.
• Sobre el parto:
Debido a gran tamaño que generalmente presentan, el parto natural se ve dificultado, recurriéndose a la cesárea. La rotura prematura de membranas (bolsa) es más frecuente y la eliminación de la placenta es más laboriosa.

Tratamiento

La detección precoz y el tratamiento adecuado son pilares imprescindibles para prevenir las complicaciones que pudieran presentar la madre y el hijo.
El tratamiento es más exitoso cuando es realizado en equipo, conformado por el médico diabetólogo, el obstetra, el neonatólogo y los protagonistas más importantes: la embarazada y su familia.
Los controles se realizaran cada 15 días durante el primer y segundo trimestre y una vez por semana durante el tercer trimestre.
Las mujeres diabéticas que deseen quedar embarazadas deberán consultar con su médico de cabecera con antelación para programar su embarazo y llegar al él lo más preparadas que sea posible.
La alimentación durante el primer trimestre debe ser la misma que para una mujer no embarazada con su mismo peso, edad y talla. Durante el segundo y el tercer trimestre los requerimientos nutricionales aumentan y el plan lo realizará en forma individualizada el equipo profesional, fraccionando en cuatro comidas y dos colaciones para evitar grandes variaciones de los niveles de glucosa. El control de la glucemia debe ser realizado varias veces al día para corregir los valores en caso de estar alterados.
En caso de requerir de insulina, se preferirá de la de tipo humana que tiene una menor capacidad de desencadenar una reacción adversa.
DIABETES MELLITUS: ¡ NADA DE DULCE !

POR Juan Pablo GUTIÉRREZ REYES

En los últimos años ha aumentado de manera importante el número de personas que padecen de una enfermedad que todos conocemos y que fácilmente relacionamos con el azúcar: la diabetes mellitus. El aumento de casos ha sido principalmente de la conocida como no insulino dependiente o tipo II, y que antes se le denominaba como de los ancianos.
La diabetes no es, contra lo que generalmente se piensa, una enfermedad que afecte exclusivamente los niveles de azúcar de la sangre. En realidad, quien la padece sufre la afectación de prácticamente todo su metabolismo energético, es decir, de todos los procesos que ocurren dentro del organismo con el fin de que obtengamos de los alimentos la energía que necesitamos para respirar, movernos, pensar, manejar, etcétera.
La diabetes es una enfermedad ocasionada por la falta de acción de una hormona fundamental para el funcionamiento del organismo: la insulina. En el tipo II de la diabetes el trastorno ocurre en los receptores celulares de la insulina. Los receptores son como los porteros: reconocen a la insulina y entonces esta puede cumplir con sus funciones. Si no hay el número de porteros suficiente o si estos no reconocen a la insulina, entonces hay serios problemas.
La diabetes mellitus tipo II es muy común en personas excedidas de peso y que les da flojera caminar, hacer un poco de ejercicio. El exceso de grasa, las llantitas, provocan que los receptores de la insulina -los porteros- se les "olvide" como es la insulina y no le permiten trabajar. También se sabe que la actividad física produce un incremento en los puestos de portero de célula para insulina: incrementa el número de receptores.
Para evitar la diabetes, lo que usted debe hacer es cuidar su peso, no excederse en las comidas ni en las bebidas alcohólicas y procurar hacer ejercicio. Uno de los más sencillos y beneficiosos es caminar, pero caminar continuo sin detenerse a saludar o a platicar. Camine a paso firme y rápido de su casa al metro o a donde espere su transporte, camine cuando no sea realmente necesario utilizar el coche, evite los elevadores: es más sano subir y bajar por las escaleras.
Otro factor relacionado con la aparición de la diabetes es el hereditario. Si alguien de su familia directa padece de diabetes usted es más propenso a desarrollarla.
Si nota que se fatiga mucho, siente mucha sed, hambre y orina mucho, es necesario que acuda con su médico acostumbrado. El diagnóstico de la diabetes se hace mediante análisis de laboratorio, de sangre y de orina.
Si usted vive con diabetes o tiene uno o varios factores predisponentes de esta enfermedad es muy importante que siga una dieta adecuada para su control. Una dieta con pocas grasas disminuyendo el consumo de carnes grasosa, embutidos, y aquellos alimentos que para su elaboración requieran de cantidades abundantes de manteca, mantequilla, aceite o crema y con mucha fibra aumentando el consumo de cereales integrales, verduras y frutas. Debe consultar a un nutriólogo o nutrióloga para que le elabore un plan de alimentación adecuado para sus características personales y que le permita llevar una mejor calidad de vida.